SOCIEDAD

La solidaridad viaja de Caspe a Pakistán

Dos cooperantes de la ONG caspolina Sarabastall se han desplazado hasta Pakistán tras las inundaciones que han provocado miles de víctimas mortales. La fundación lleva 10 años desarrollando un proyecto en la zona.

La comarca de Caspe vive la dramática situación de Pakistán de forma especial ya que allí la tragedia tiene nombre y rostro. Desde hace diez años una asociación comarcal, Sarabastall, está llevando a cabo un proyecto de cooperación. Se trata de una iniciativa que cuenta con el respaldo de los habitantes de la comarca, quienes a lo largo de estos diez últimos años han colaborado en todas las ocasiones que la asociación ha demandado ayuda para completar su plan de cooperación en la aldea de Hushé.

Hushé está situado al norte del país, en la zona conocida como la Kachemira pakistaní, un valle ubicado a 3.000 metros de altura y rodeado de las montañas del Karakorum, por lo que acceder al pueblo en condiciones normales es bastante complicado, ya que solo existen pistas de tierra y hay que cruzar el río Indo varias veces.

Aquí, la situación es diferente de la del sur del país. En este caso, el peligro no son tanto las inundaciones como las avalanchas de lodo y piedras procedentes de las altas cumbres que se han producido últimamente como consecuencia de las fuertes lluvias. Los daños causados han afectado a las cosechas y a los animales domésticos y las casas que han quedado muy dañadas en una zona donde el invierno está próximo y tendrán que abordarlo con las reservas de alimentos muy mermadas.

Una ayuda constante

Dos cooperantes de Sarabastall, Mari Cruz Lasheras y José M. Gracia, han viajado a la zona de Hushé, concretamente a Talis, un pequeño pueblo en el que una avalancha ha provocado la muerte de 15 personas, ha destruido casas e infraestructuras, y en el que se han perdido numerosos animales y cultivos. Pero llegar hasta allí les va a costar lo suyo. Los dos cooperantes tienen previsto salir hoy, si la situación lo permite, en un vuelo desde la capital de la zona de Skardú hasta Islamabad, si no fuera posible tendrían que hacerlo por una ruta secundaria a la del Karakorum.

Ayer dejó de llover y lució el sol, los vecinos se apresuraron a recoger lo poco que les queda de la cosecha de cereales y tratar de secarlos al sol, para poder tener así algo de harina durante el invierno. Los habitantes de esta zona están realizando las tareas de recolección conjuntamente y comparten lo poco que tienen en un invierno que, comentaban desde Sarabastall, "va a ser muy duro en la zona".

Pero su presencia en Pakistán no se trata de una actuación puntual. La asociación Sarabastall, hoy convertida en fundación, recibió hace una década la invitación de Sebastián Álvaro, director del programa de TVE, 'Al filo de lo imposible', para iniciar un proyecto de colaboración con una aldea (Hushé) en la que viven buena parte de los guías de montaña que hacen posible la ascensión al Karakorum y a una de las grandes rutas senderistas de estas montañas.

Así se inició un proyecto integral que contemplaba desde la sanidad hasta la educación, sin dejar de lado la agricultura. Al final, el objetivo era construir un albergue para los senderistas que hacen esta ruta.

Pero la fundación no ha estado sola a lo largo de este camino. Otras instituciones les han prestado ayuda. La MAZ, por ejemplo, dio cobertura médica y de formación a uno de los habitantes de la zona, la fundación Progea hizo posible la construcción del albergue y la fundación Aga Khan colaboró en el proyecto agrícola. Además, son muchos los actos que Sarabastall organiza para recaudar fondos a lo largo del año, como también es bien larga su lista de reconocimientos.