TRÁFICO

Las obras y la vuelta de vacaciones congestionan el tráfico de agosto

Los atascos se suceden en el paseo de Pamplona, donde se está construyendo una subestación eléctrica para el futuro tranvía.

Un atasco en el paseo de Pamplona ayer por la mañana.
Las obras y la vuelta de vacaciones congestionan el tráfico de agosto
PEDRO ETURA/APG

Muy nobles, muy leales y muy heroicos han de ser los conductores zaragozanos para enfrentarse al tráfico, incluso, en pleno mes de agosto. Las obras del tranvía siguen haciendo de las suyas y el regreso de muchos veraneantes ya está provocando atascos puntuales en el centro de la ciudad.


La peor parte se la lleva el paseo de Pamplona, donde actualmente se construye una subestación eléctrica para dar suministro al tranvía. Es preciso abrir una zanja que cruce todo el paseo para conectar una tubería desde los jardines cercanos a Capitanía (en la plaza de Paraíso) hasta la estación de Endesa situada frente al Paraninfo. Hace dos semanas se cortó un carril y medio en cada sentido de la circulación, aunque las afecciones las sufrieron principalmente los peatones porque los trabajos se realizaron en la zona de las aceras. Esta semana, sin embargo, se comenzó a intervenir en la mediana, causando un desaguisado al tráfico rodado, al restringir la circulación a un carril y medio en cada sentido y justo el que queda libre de afecciones es el utilizado por los buses y los taxis.


Así, en las horas punta, se están registrado atascos que agentes de la Policía Local tratan de minimizar regulando el tráfico en lugar de los semáforos. Desde el pasado lunes, además, ha habido un notable incremento de tráfico, inusual durante un mes de agosto. Muchos zaragozanos han regresado en los ultimos días de las vacaciones, aunque lo peor se espera a partir del próximo miércoles cuando comience el ya laboral mes de septiembre.


Otras zonas conflictivas

También como consecuencia de la implantación del tranvía, así como de la futura estación de Cercanías de Goya, la circulación no deja de ser complicada en el entorno de Corona de Aragón. El tráfico en esta vía -que fue la salvación de algunos conductores meses atrás- es obligado a desviarse por Cortes de Aragón, a través de un cuello de botella procedente de Pedro Cerbuna. La zona está absorbiendo el paso de maquinaria pesada así como de autobuses articulados, que las pasan canutas para completar el 'zig zag'. En la propia avenida de Goya también se estrechan las calzadas y la calle de Mariano Barbasán hace un mes que ha dejado de conectar con Tomás Bretón.


Entre la operación asfalto (que este año apenas ha llegado a 15 calles aunque de todos los barrios) y otras obras ordinarias de la ciudad, el tradicionalmente placentero tráfico de agosto está siendo denso e incómodo este año. En el paseo de Calanda y Franco y López la construcción de un carril bici también torpedea la circulación al haber 'invadido' parte de la calzada, como también ocurre en el entorno de la calle de Sobrarbe, en el Arrabal, donde los conductores pasan ciertos apuros, también, para respetar los nuevos límites de circulación a 30 km/h.