MOVILIDAD

El carril bici de la calle de Sobrarbe acentúa aún más sus problemas de aparcamiento

Las obras de la vía ciclista, que unirá las riberas con Parque Goya, ya están en marcha. Los vecinos recuerdan que es una zona con pocos garajes y en la que abunda la doble fila.

La construcción del carril bici en uno de los márgenes de la calle de Sobrarbe.
El carril bici de la calle de Sobrarbe acentúa aún más sus problemas de aparcamiento
ESTHER CASAS

No han salido de una y ya se meten en otra. Los vecinos del entorno de la calle de Sobrarbe están hastiados de tantas obras y recelan cada vez que ven una nueva excavadora. Desde la recuperación del Balcón de San Lázaro -que se eternizó tras un parón de Patrimonio-, hasta el ensanchamiento de las aceras o la iniciativa de las 'vías pacificadas' (las que limitan la velocidad a 30 km/h), todo han sido nuevas trabas al problema más acuciante de la zona: el aparcamiento.


La mayoría de las casas en esta calle, la primera de la margen izquierda tras cruzar el puente de Piedra, son de construcción antigua, por lo que no tienen garaje y los vecinos acostumbran a dejar el coche en la calle. Sin embargo, actualmente esta práctica se antoja imposible porque esta arteria del Arrabal vuelve a estar plagada de balizas y vallas por la construcción del carril bici.


Se trata de la vía ciclista que discurrirá por Salvador Allende, San Juan de la Peña y Valle de Zuriza para unir el paseo de la Ribera con Parque Goya. En la calle de Sobrarbe, donde ya han empezado las obras, se están demoliendo viejos bordillos y ganando 1,30 metros a la calzada.


"Ahora en agosto circulan menos coches, pero aún así está habiendo problemas para aparcar en la zona. Además, ni qué decir tiene que las zonas de carga y descarga se verán afectadas y que las furgonetas y camiones tendrán que aparcar encima del carril bici. Habrá más de un problema", augura Manuel Combalía, en su puesto de la pescadería del Mercado Altabás. En el recinto, no pocos clientes comentan cómo "siempre ha habido problemas de doble filas en las calle" y especulan por qué no se ha hecho una carril bidireccional en este tramo sino que se ha optado por uno en cada margen.


Lola Ranera, presidenta de la junta de distrito, quita hierro al asunto y explica que "son obras molestas pero que se realizan para el beneficio del barrio". "Es una intervención que se realiza con los fondos estatales y que fue presentada a las asociaciones de vecinos", continúa Ranera, que estima que apenas se perderán unas 6 o 7 plazas en la zona de la panadería. Además, "se va a ganar también un parquin de motos que antes no teníamos" y, desde Servicios Públicos, se afirma que el carril bici servirá para que los muchos ciclistas que acostumbraban a circular por Sobrarbe puedan hacerlo en condiciones de seguridad.


Estos argumentos no convencen, sin embargo, a todos los vecinos que critican que algunas de las obras que se han realizado son "bastante chapuceras". "Conociendo los problemas que siempre ha habido de aparcamientos no es normal que cada vez coloquen más cubos y contenedores en espacios que antes podían utilizarse", critica Natalia Gómez, que vive en Sixto Celorrio y se felicita de que, al menos, las obras no hayan trastocado en exceso los recorridos del autobús. Apenas hay una parada, de la línea 35, movida provisionalmente, aunque alguna que otra marquesina se ha colocado "muy cercana a los contenedores y eso da problemas a los usuarios a la hora de subir o bajar", explica Combalía, que informa también de un "enorme bache en la entrada al puente de Piedra". En esta zona, de hecho, "han tenido que poner un letrero instando a circular a 10 km/h porque, si no, te llevas un susto porque el resalte está muy desnivelado", afirman otros vecinos.


El Arrabal, sin embargo, "lleva años luchando por conseguir equipamientos para la margen izquierda", recuerda Lola Ranera, que cree que el carril bici será visto con mejores ojos cuando las obras concluyan. Además, permitirá un mejor acceso a los ciudadanos de otros barrios para que se acerquen a conocer la Azucarera (con el Cubit y el Vivero de empresas) y la Estación del Norte, para la que se prevé convocar un concurso de ideas en septiembre.