CONFLICTO

La polémica por los párquines de Las Delicias sorprende a los vecinos

Temen que la construcción del aparcamiento del Clínico pueda crear retenciones en San Juan Bosco, que soporta mucho tráfico con las obras del tranvía.

El problema de aparcamiento en Las Delicias viene de largo. "Ahora, en verano, igual tardas diez minutos o un cuarto de hora en aparcar. En invierno es imposible", dicen algunos vecinos. El conflicto que ha surgido entre los dos proyectos de párquines que hay en la zona ha sorprendido a muchos, que no entienden cómo de repente pueden hacerse dos subterráneos separados por apenas 20 metros en la calle de San Juan Bosco.

Como señaló ayer este periódico, una empresa está impulsando un aparcamiento bajo el patio del colegio de los Salesianos con capacidad para 379 plazas. Sin embargo, en breve van a empezar también los trabajos para hacer otro subterráneo al otro lado de la calle, en el parquin del Clínico, que podría acoger 392 vehículos. La empresa que promueve el primero, Anora, ha presentado ante el Ayuntamiento un recurso por el primer proyecto, ya que lo va a construir la empresa a la que se adjudicó hace 20 años, pero después de que hayan cambiado radicalmente las características. En su día, se le autorizó a hacer un aparcamiento en altura; ahora, va a ser subterráneo y de cinco plantas. Anora mantiene que tendría que haber salido a concurso.

José Luis Zúñiga, presidente de la asociación de vecinos de Las Delicias, dijo ayer que "lo importante para nosotros es que haya plazas suficientes para que nadie pueda decir que no viene aquí porque no hay sitio". Reclamó que "en las calles no caben más coches", y que "aparcar aquí es un verdadero caos".

En principio, y si nadie lo impide, está previsto que las obras del parquin del Clínico comiencen esta misma semana, mientras que las del aparcamiento de Salesianos están fijadas para mediados de mes. Los trabajos para construir el del Clínico pueden crear problemas de tráfico en la zona, ya que para llevarlos a cabo en algún momento tendrán que invadir parte de la calzada, en una vía que se ha convertido en fundamental para entrar a la ciudad, con los desvíos que provocan las obras del tranvía. De hecho, las retenciones ya son habituales en determinados momentos en esta calle de Las Delicias. "Será conflictivo, sin duda", ratifica Zúñiga. Los principales problemas podrían llegar después del verano, cuando aumente la circulación.