TRAS 165.000 HORAS DE TRABAJO

Identificados todos los restos de los nichos hundidos del cementerio

Los forenses acabaron esta semana con los últimos 17 cadáveres, los más complicados. En total se han exhumado 2.157 cuerpos y se han invertido 165.000 horas de trabajo.

Identificados todos los restos de  los nichos hundidos del cementerio
Identificados todos los restos de los nichos hundidos del cementerio

El Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) terminó esta semana con la identificación de los últimos 17 fallecidos que estaban en la manzana número 24 del cementerio de Torrero, declarada en ruina. Acaban de esta forma los trabajos que el Ayuntamiento de Zaragoza emprendió en diciembre de 2009 y que ha supuesto la exhumación y posterior inhumación -o cremación, según los casos- de los restos de 2.157 personas que estaban enterradas en nichos que se vinieron abajo por la deficiente construcción que tuvieron cuando se levantaron en 1969.


En estos trabajos, dirigidos por el director del IMLA, Juan Antonio Cobo, se han invertido más de 165.000 horas, entre médicos forenses, asesores, técnicos del Instituto de Salud Pública, trabajadores de la funeraria Mémora y operarios municipales en tareas administrativas.


Los últimos nichos se abrieron el pasado 4 de mayo y el 20 de ese mes concluyó el desmontaje de los módulos que se habían instalado en el cementerio para llevar a cabo las tareas de identificación. Entonces quedaron pendientes los restos de 17 personas que, por su estado y la complejidad para trabajar con ellos, fueron llevados al IMLA. Allí se acondicionó una dependencia para analizar simultáneamente los 17 cuerpos.


Estudios antropológicos

Pese a la dificultad de estos últimos casos, las técnicas de extracción que previamente llevaron a cabo -por capas y con un sistema de arqueología forense- facilitaron la tarea que luego culminaron en el instituto y no fue preciso un análisis de ADN. Las labores tuvieron el inconveniente añadido de no poder hacerlas desde dentro del enterramiento, a lo que hubo que añadir la presencia debajo del bloque de una fosa común.


Los estudios antropológicos que han servido para identificar los casos más complicados fueron dirigidos por Salvador Baena, el mismo médico que determinó que la calavera robada en Saviñán (Zaragoza) era de Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna.


En total, según informaron fuentes municipales, en todo el proceso de reubicación de la manzana 24 se han exhumado 2.157 cadáveres que estaban en 1.125 nichos. De estos últimos, 34 se encontraban hundidos y 20 de ellos, comunicados. Además, hubo 942 inhumaciones (922 en la nueva manzana 24; 18 en otro nicho de Torrero y dos en otro cementerio), 183 se incineraron y 266 fueron depositados en nuevos féretros porque los viejos estaban inservibles. En 367 casos las labores de exhumación y posterior inhumación han estado presididas por un representante del Ayuntamiento, ante la ausencia de la familia del fallecido.


Esas fuentes recordaron que cada familia ha tenido un trato personalizado y se le han entregado los detalles de lo que se iba a hacer y cómo. Igualmente, se les ofreció la posibilidad de un control externo por parte de otros profesionales, aunque ninguna optó por requerir una segunda consulta y la mayoría quedó satisfecha.


Destacaron que en este proceso ha sorprendido la necesidad de las familias de vivir esta situación a pie de nicho y de cerrar su duelo, y que han evitado de forma mayoritaria el uso de las cámaras de televisión con las que estaban dotadas las salas de espera, para los que no quisieran estar presentes en la exhumación. El procedimiento, en el que han participado todos los médicos forenses del IMLA, fue ganando en habilidad y agilidad a medida que transcurrían los días, de manera que, sin perder en eficacia, transparencia y satisfacción, se logró disminuir el tiempo que cada familia tenía que implicarse para completar las tareas de traslado de sus seres queridos.