OPERACIÓN MOLINOS

La hermana y dos hijos de Pinilla aseguran al juez que sus ingresos millonarios son legales

La familia de la alcaldesa de La Muela, imputada por blanqueo de capitales, dice estar "muy tranquila" tras su comparecencia.

La hermana y dos hijos de Pinilla aseguran  al juez que sus ingresos millonarios son legales
La hermana y dos hijos de Pinilla aseguran al juez que sus ingresos millonarios son legales

Contentos, satisfechos y tranquilos. Así se vio ayer a los miembros de la familia de María Victoria Pinilla, alcaldesa de La Muela, que estaban citados a declarar en el juzgado de La Almunia imputados por blanqueo de capitales. Tanto sus hijos Jorge y Toño Embarba Pinilla, como su hermana María Dolores, salieron de las dependencias judiciales "tranquilísimos", como dijo esta última, con las explicaciones que habían dado al juez sobre sus ingresos, que la Policía cuestiona y que ellos trataron de justificar. No obstante, ninguno de ellos dijo nada más ni quiso entrar en detalles sobre el interrogatorio.


Jorge y Toño Embarba y María Dolores Pinilla Bielsa, asistidos por Xenia Cabello, del despacho de Javier Notivoli, respondieron a las preguntas del juez, de la fiscal y del abogado del Estado sobre las imputaciones que les hace la Policía de blanqueo de capitales.


En concreto, a la hermana de la alcaldesa le interrogaron sobre los 378.000 euros que los agentes encontraron en la caja de seguridad número 273 de la oficina principal de Cajalón en Zaragoza, de la que ella era titular. María Dolores Pinilla mantiene que ese dinero procede de la herencia de un hermano que falleció -y que lo tenía en casa, en efectivo y sin declarar- y que es de todos los hermanos. La Policía, sin embargo, piensa que es de María Victoria Pinilla puesto que de las 49 veces que se abrió la caja, en 45 de ellas la tarjeta usada fue la de la alcaldesa.


Ingresos en efectivo

María Dolores Pinilla tuvo que explicar también a qué corresponden ingresos en efectivo que para los investigadores son de difícil justificación, como los 124.705 euros que recibió entre 2004 y 2007. La hermana de la alcaldesa alegó que proceden de su trabajo en la tienda de decoración de su sobrino Toño Embarba, pero especialmente de las comisiones por ventas, ya que su nómina es de 550 euros.


Señaló también que su madre le entrega anualmente el dinero por sus molinos de viento, algo que, según explicó, hace desde el primer año en que se instalaron ya que su madre valoró que ella estaba en peor posición económica que el resto de la familia. María Dolores Pinilla recordó al juez que su marido trabaja en la empresa Isolux Corsán y cobra, además de la nómina, incentivos y comisiones.


Por su parte, los hermanos Jorge y Toño Embarba, de 31 y 23 años, respectivamente, explicaron que comenzaron a trabajar muy jóvenes ya que ninguno quiso estudiar. El primero, que tiene una empresa de papel, declaró que su negocio funciona muy bien y que factura un millón y medio de euros al año. Así razonó el hecho de que en un periodo de ocho años pasaran por sus manos seis millones de euros. Parte de ese dinero se quedó en el Casino de Zaragoza y en apuestas y juegos 'on line', puesto que padeció ludopatía y está en tratamiento. Jorge Embarba llegó a pagar 300.000 euros con la Visa por deudas de juego y, según contó, trataba de cubrir los 'rotos' que hacía antes de que se enteraran sus padres.


Toño Embarba, por su parte, señaló que sus ingresos proceden de su tienda de decoración, que funciona muy bien.


Ambos negaron que Aranade, la empresa del también imputado Julián de Miguel, que se encargaba de gestionar el urbanismo de La Muela, fuera la que les costeó los coches de alta gama que conducen.


Precisamente el abogado de Julián de Miguel, Enrique Trebolle, que estuvo presente en los interrogatorios, manifestó que los miembros de la familia Pinilla habían estado "muy firmes y suficientemente convincentes" en sus declaraciones y que habían concretado que sus recursos eran "legales", que no procedían "del cargo o de las influencias de la alcaldesa" y que no era dinero "que pudiera considerarse ilícito".


La fiscal no pidió para ellos ninguna medida de seguridad y el juez tampoco lo consideró necesario.