ALCALÁ DE EBRO

La sima de Alcalá es más grande de lo previsto y podría medir 10 metros

Los trabajos para asentar el terreno y comenzar a reparar este nuevo socavón arrancaron ayer.

A la izquierda de la sima, varias viviendas. A la derecha, varios técnicos miran hacia el río.
La sima de Alcalá es más grande de lo previsto y podría medir 10 metros
ESTHER CASAS

Los trabajos para reparar la sima que apareció el pasado lunes por la tarde en Alcalá de Ebro comenzaron ayer y desvelaron que el socavón, que en principio se abrió a lo largo de 5 metros de longitud, podría llegar ya a los 10 metros. La zona afectada es aproximadamente de 20 metros.


Técnicos y geólogos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y de la Universidad de Zaragoza se desplazaron hasta el lugar, donde de momento se está asegurando el terreno, ya que se desconoce cuál es el verdadero alcance de la sima, que tiene más de dos metros de profundidad, y qué actuaciones concretas habrá que llevar a cabo antes de rellenarla.


En torno al socavón, que está a solo unos metros de varias viviendas y de un bar, el terreno ha ido agrietándose. Por eso, los técnicos han acordonado la zona, ya que desconocen hasta qué punto puede haber peligro para los viandantes.


Al parecer, todo se debe al hundimiento de una mota defensiva levantada para hacer frente a las crecidas del río. Esta área mide en total entre 300 y 400 metros, de los que 20 están afectados. Además, la sima ha aparecido a solo unos metros de la que surgió hace tres años en la localidad.


El alcalde de Alcalá, José Miguel Achón, pidió ayer calma, aunque no ocultó que vuelve a ser un contratiempo para el pueblo, que prácticamente acababa de reparar totalmente los problemas causado por el anterior socavón. Además, la semana que viene arrancan las fiestas de la localidad, y espera que el suceso no enturbie los festejos.


De todas formas, queda claro que los trabajos se prolongarán al menos durante dos semanas, según las previsiones de la Confederación Hidrográfica. Después, se cerrará con grandes piedras, como en la anterior ocasión.


Expectación vecinal

Los vecinos se acercaron ayer hasta la zona para ver cómo avanzaban las obras. Muchos están convencidos de que las simas seguirán apareciendo si no se logra desviar el cauce del río y alejarlo unos 2 kilómetros de la localidad.


Manolo, José Javier, Emilio y Julio insistieron en que la zona está llena de corrientes subterráneas que avanzan sin control y que terminan debilitando toda la estructura del suelo.


"Hace décadas, aquí había unas balsas en las que bebía el ganado. El río se ha ido comiendo la tierra y hace falta que retiren el cauce", comentaban. De hecho, ya hace algún tiempo, un gran socavón se 'tragó' una vivienda, pero después fue rellenado con cemento.


Todos son conscientes de que, en este tramo, el Ebro tiene mucha profundidad, lo que afecta decisivamente al terreno. No obstante, afortunadamente el suceso se ha producido en época de estiaje, lo que ha propiciado que los daños sean menores y pueda repararse de una forma menos complicada que en plena crecida, por ejemplo.