TRANSPORTE

Vía Ibérica abre en dirección sur la calzada cerrada por obras

Las obras del tranvía se trasladarán al lado contrario, que quedará cerrado a la circulación rodada.

El Ayuntamiento de Zaragoza tiene previsto abrir mañana a la circulación la semicalzada de Vía Ibérica, ya renovada, que hasta ahora ha permanecido cerrada por las obras del tranvía. Acto seguido, se trasladarán los trabajos al lado contrario, que por lo tanto se tendrá que cerrar al tráfico. Pese al cambio, los vehículos seguirán transitando en el mismo sentido que en la actualidad, es decir, en dirección sur, hacia la salida de la ciudad.

Esta modificación será la antesala del desplazamiento de las obras que actualmente están en marcha en el eje de Isabel la Católica y Fernando el Católico a la semicalzada contraria. Según los planes del Ayuntamiento, esta segunda fase del plan de movilidad, que incluye además la apertura total de Gran Vía, se producirá en la segunda quincena de julio.

Según informó el Ayuntamiento, la apertura parcial de Vía Ibérica se producirá alrededor de las 12 del mediodía para permitir la circulación en dirección sur. Será a partir de ese momento cuando se corte la semicalzada contraria de la avenida.

Las citadas fuentes explicaron que se ha decidido anticipar la apertura de Vía Ibérica (en un principio se había previsto que coincidiera con las de Isabel la Católica, Fernando el Católico y Gran Vía), para adelantar los trabajos en el lado contrario y porque el cambio no representa ninguna complicación para la movilidad. Solo habrá que hacer una curva y una contracurva en la rotonda de Toulouse.

Pese a la apertura en dirección sur de esta semicalzada de Vía Ibérica, donde ya se ha asfaltado, pavimentado y colocado la señalización, seguirán las obras en la plataforma del tranvía, que en este tramo del trazado está situada en la parte central de la avenida. Además, en dos puntos de Vía Ibérica, se colocarán paradas provisionales para el autobús urbano, cuyo recorrido no tendrá más variación que la del cambio de semicalzada. Los viajeros subirán y bajarán de los autobuses por la zona más próxima a la plataforma tranviaria, donde se habilitará el espacio necesario para ello. Estas paradas estarán junto a pasos de peatones debidamente señalizados.