Desde primera hora de la mañana de ayer, operarios de conservación de infraestructuras se afanaban en excavar y profundizar en el socavón que la tarde del lunes se abrió en el Coso. La sorpresa fue descubrir que no existía rotura en la tubería de fundición gris de 400 milímetros de diámetro donde se suponía que estaba la fuga, sino que esta provenía del mal empalme de una toma de agua que abastece a particulares.

Ayer se descubrió el problema, se vació de escombros y barro la zona, y se comenzó a reparar la llave, en una intervención más sencilla que si hubiera sido de tuberías. Hoy continuarán los trabajos y entre mañana y pasado está previsto que se realice la compactación del terreno y vuelva a pavimentarse.

Fuentes municipales informaron de que ningún vecino se ha quedado sin suministro de agua y que tampoco hubo apenas afecciones de tráfico porque durante todo el día se mantuvo un carril abierto a la circulación. Los autobuses pasaban apuros al afrontar el tramo -alguno pisaba la acera- pero el tráfico en esta arteria del centro era fluido. El Ayuntamiento ya tenía previsto intervenir en este punto del Coso y desde el pasado fin de semana había vallado la zona después de que una ligera depresión del asfalto diera la voz de alarma.