RECLAMACIÓN VECINAL

El parque Bruil afronta nuevos cambios 5 meses después de su reforma

La zona de juegos infantiles se traslada de ubicación y se ampliará el espacio de la hoguera, tal y como habían pedido los vecinos.

El Ayuntamiento comienza a atender las reclamaciones de los vecinos del parque Bruil, que durante los últimos meses han protagonizado protestas, caceroladas e, incluso, se han llegado a encaramar a una pérgola de la plaza del Pilar para desplegar pancartas reivindicativas. Cinco meses después de la reapertura del nuevo parque, ayer comenzaba a desmontarse una de las tres zonas de juegos infantiles a la que se le buscará una mejor (y más sombría) ubicación. Ni los toboganes ni los columpios habían llegado a instalarse, después de que los vecinos criticaran desde el primer momento que una zona despejada en la que pega el sol de lleno no era el lugar más idóneo para el espacio de recreo. El Consitorio la instaló en una zona sin arbolado -que ahora recuperará su antigua pradera- pensando en que pudiera utilizarse más durante el invierno.


Sin embargo, no es esta la única reivindicación atendida porque está previsto que en los próximos días se amplíe el semicírculo en el que los vecinos realizan la tradicional hoguera de San Juan. A través de una breve intervención se duplicará el espacio consagrado para las celebraciones del barrio.


El Ayuntamiento recuerda que ya se retiró en su día el vallado de las zonas deportivas (que fue trasladado a otros parques de la ciudad que lo demandaban) y también se facilitó -mediante una rampa- el acceso al quiosco en la zona del edificio Trovador, donde los carritos y las sillas de ruedas tenían problemas para transitar. Fuentes municipales explicaron ayer que desde que acabaron las obras de reforma del parque -que se financiaron a cargo del FEIL y costaron casi un millón de euros- ha habido disposición de escuchar a los vecinos y, de hecho, disponen de un listado con sus disconformidades. Algunas de ellas son asumibles y se están llevando a cabo, aunque otras -como la de deshacer los caminos pavimentados que conectan el parque con nuevas zonas del barrio- son más discutibles.