Villamayor propone una balsa para evitar el continuo colapso de la red de aguas pluviales

Los vertidos de una urbanización se mezclan con el agua de la lluvia y salen a la calle por un registro debido a problemas en el depósito.

Han pasado 13 años y los vecinos de una urbanización de Villamayor de Gállego siguen sufriendo las molestias ocasionadas por las aguas residuales que, mezcladas con las pluviales, salen a la calle cuando se satura el depósito empleado a modo de tanque de tormentas. Esto ocurre periódicamente, y no siempre cuando llueve. El alcalde del municipio, Clemente Martínez, indicó ayer que una posible solución sería construir una balsa colectora que regulara las pluviales una vez hubieran resuelto lo de las fecales.

El problema de fondo parece estar en la mala ejecución de las obras de urbanización, ya que las aguas residuales se conectaron a la red de pluviales. A esto se suma que el suelo no contaba con las características necesarias para instalar correctamente el sistema. El paso del tiempo ha agravado la situación, con enfrentamientos y roces entre los vecinos de estas VPO de las que se encargan sendas cooperativas en las dos fases de construcción. Un ciudadano habló incluso de coacciones y amenazas y ha denunciado la existencia de los vertidos a las autoridades.

El Ayuntamiento aún no ha recibido la obra al no estar solventadas las deficiencias de la urbanización. Martínez justificó su postura diciendo que no pueden hacer una recepción parcial. Los administradores han comentado al primer edil que se han llevado a cabo unas obras para arreglar las conexiones, si bien el Consistorio ha de corroborarlo.

Aun así, quedaría por subsanar lo que ocurre con las grandes cantidades de agua (hasta ahora contaminada) que brotan de un registro en la calle, formando un 'río' que recorre la calzada a lo largo de unos 100 metros, tal y como denuncia Salvador García, uno de los vecinos que más se ha movilizado. El mal olor no pasa desapercibido. García ha grabado unas imágenes con su videocámara para demostrar lo que padecen.

El alcalde recordó que Villamayor ya arrastraba el problema cuando era barrio y que entonces los técnicos municipales de Zaragoza plantearon instalar la balsa colectora, iniciativa que el cargo socialista recalcó que estudiarán. Como medida provisional, supeditada a la limpieza previa de las aguas, el Ayuntamiento propuso mediar con el sindicato de riegos y llevar las pluviales a una acequia cercana. Ante la negativa vecinal, la corporación ha "desestimado" esa iniciativa.

A este respecto, García subrayó que se han posicionado en contra porque a la larga el agua podía contaminarse, con lo que eso conlleva para los campos. Molesto con la gestión del alcalde, García expuso una queja a Medio Ambiente. Tras investigar, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha hecho un requerimiento al Ayuntamiento para que evite hipotéticas afecciones al dominio público hidráulico, según apuntan fuentes del organismo de cuenca. Estas resaltan que la totalidad de los vertidos de aguas residuales deberían separarse de las pluviales y conectarse a la red de saneamiento municipal para su posterior depuración. Añaden que no constan antecedentes de vertidos de aguas fecales.

Por su parte, García calificó de "estafa" que en su día les pidieran 12.000 euros por vivienda para cambiar la red de tuberías, a lo que se negaron.

Asimismo, sobre las críticas de algunos de los residentes, el primer edil lamentó que el Consistorio haya sido puesto en entredicho por querer colaborar. "Parece que se nos quiere acusar de un delito medioambiental", afirmó Martínez. El socialista insistió en que para que la corporación reciba la obra promotoras y vecinos han de ejecutar primero los trabajos pendientes.

Desde la gestora de la cooperativa responsable de la segunda fase de la urbanización destacaron que han completado las obras y ahora esperan la recepción por parte del Ayuntamiento, un proceso que admitieron que no va lo rápido que desearían. Fuentes de la empresa mantuvieron que lo importante es alcanzar un acuerdo entre las partes implicadas, incluyendo la institución pública.