ZARAGOZA

Sobre dos ruedas contra el cierzo y la crisis

Javier Orteja, en el garaje de La Veloz, junto a la nueva 'furgobici'.
Sobre dos ruedas contra el cierzo y la crisis
LAURA URANGA

Sobre ruedas y a buen ritmo. Así ven pasar cada día los zaragozanos a los repartidores de La Veloz. Van y vienen, luchando contra el cierzo, en misión especial de envío de paquetes, cartas y transportes urgentes.

La Veloz fue un sueño que sobrevivió a tiempos de crisis como los actuales. Un grupo de amigos, desencantados con el funcionamiento clásico empresarial y amantes de las dos ruedas, decidieron ponerse el mundo por montera y manejar sus destinos a golpe de manillar. Hoy son parte del paisaje de la ciudad y han demostrado al mundo que la bici no es solo cosa de 'hippies'. "Ahora que vemos el éxito del servicio Bizi estamos contentos de que se extiendan otras alternativas de transporte más respetuosas con el medio ambiente", explica Javier Ortega, fundador de la iniciativa.

Su ejemplo es esperanzador para los que ahora son víctimas de la recesión. "Todo surgió en 1993, en plena crisis post-Expo y tras las Olimpiadas. Estábamos desempleados y queríamos trabajar en algo que respetase unos valores básicos, como el cuidado del medio ambiente y el reparto equitativo de la riqueza y del trabajo", explica. Vieron un reportaje en Documentos TV sobre los repartidores de este estilo que había en Nueva York y pensaron como lo hacen los triunfadores: a lo grande.

Se quitaron los miedos y se pusieron manos a la obra. Como hombres y mujeres optimistas vieron en Zaragoza una ciudad llana y accesible, por urbanismo y distancias. "Eso sí, en ese momento no pensamos en el maldito cierzo, que sopla más de 200 días al año", recuerda con cierta sorna Javier.

Cambios paulatinos

La empresa fue creciendo y pertenece a una red nacional. Dentro de Zaragoza tiene un modelo mixto: en el extrarradio de la ciudad funciona con motos y furgonetas y, dentro, los repartidores van en bicicleta. Esto supone actualmente una ventaja, con muchas calles levantadas por las obras del tranvía.

"Además, hemos probado la 'furgobici' (en la imagen). Permite seguir llegando donde no acceden los coches y, además, puede llevar más paquetes de peso, que en una bici normal eran imposibles de cargar", explica Javier. Esta también se utiliza para el reparto de pedidos de la agricultura ecológica.

La empresa no ha perdido su espíritu. Los zaragozanos saben que La Veloz lucha contra la contaminación y que defiende una organización empresarial eficiente. Por eso, a la línea de reparto en bici se unen Nabata, una asesoría especializada en temas de responsabilidad social, y una tienda de reparación de bicicletas, Recicleta, que es más que conocida por los ciudadanos. Ellos siguen luchando por tener una estructura donde no haya diferencias y por crear empleo a toda costa. Después de todo, ya son expertos en pasar sobre las crisis pedaleando a buen ritmo.

"Cuando empezamos no teníamos recursos, ni experiencia ni capacitación empresarial -recuerda Javier-. Nos enfrentamos a la negativa de los bancos y recibimos la ayuda de quienes creyeron en nosotros. Y eso que el primer año no cobramos nada", comentan.

Hoy en día, además, prestan apoyo a los que quieren crear y crecer, pero tienen pocos medios. Por eso forman parte de Coop57, una cooperativa de servicios que destina sus recursos propios a dar préstamos a proyectos de economía social que promueven la ocupación y fomentan el cooperativismo, el asociacionismo y la solidaridad en general.