DURANTE LA PRIMERA ROMERÍA ROCIERA

Muere una niña de cinco años al caer de una calesa en una romería de Tarazona

La menor, vecina de Borja, y el adulto que le acompañaba, de Ablitas (Navarra), salieron propulsados del carruaje después de que una de las ruedas chocará contra un pivote.

La fiesta tuvo ayer un final amargo en Tarazona. Cientos de personas estaban disfrutando de la primera romería rociera que se celebraba en la ciudad cuando un desgraciado accidente se cobró la vida de una niña de solo cinco años. La calesa en la que viajaba volcó al doblar una curva del casco urbano, provocando la caída de la menor y del adulto que le acompañaba, vecino de la localidad navarra de Ablitas. Este último sufrió lesiones graves, lo que obligó a trasladarlo de urgencia al Hospital Reina Sofía de Tudela.

Los hechos se produjeron sobre las 14.37, cuando, tras pasar la mañana en el campo, los rocieros regresaban ya a la ciudad para encerrar los caballos y los carruajes. Según explicó un responsable de la Policía Local de Tarazona, la carreta de la niña circulaba por la cuesta de Rudiana, en dirección a la calle de Tudela. "Al hacer un giro a la izquierda, el carruaje se ha abierto demasiado y una de las ruedas ha chocado con los pivotes de la acera", precisaba.

Al sentir el impacto, el animal que tiraba del carro se asustó e hizo un movimiento brusco que provocó la caída de los dos ocupantes. La calesa no llegó a volcar, pero tanto el adulto, Eneko Ruiz Amad, de 35 años, como la pequeña, salieron propulsados. Al chocar contra el suelo, la niña se golpeó la cabeza contra el pavimento, sufriendo un grave traumatismo craneoencefálico. Su acompañante se fracturó una pierna.

El preocupante estado de la menor obligó a trasladarla rápidamente al Hospital Reina Sofía de Tudela. Sin embargo, a mitad de camino, los médicos tuvieron que hacer una parada para intentar reanimarla. Aunque también se movilizó al helicóptero del 112, cuando este llegó, ya se había producido el fallecimiento de la niña.

Se da la circunstancia de que, hace ahora precisamente un año, Eneko Ruiz Amad estuvo también a punto de perder la vida al sufrir una grave cogida en Pinseque. El joven participaba en un concurso de recortadores cuando una vaquilla le clavó el asta por debajo de la barbilla. La cornada le llegó al paladar, afectándole a las cuerdas vocales, la tráquea, la laringe y las tiroides.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Tarazona ha abierto una investigación para esclarecer las causas del fatal accidente. De momento, los funcionarios están a la espera de que el joven navarro se recupere para poder tomarle declaración.

Además de en la capital del Queiles, donde se suspendieron todos los festejos que estaban programados por la tarde, con motivo de la romería, la muerte de la pequeña ha causado una gran conmoción en Borja, localidad de la que era natural. Allí vivía con sus padres y su hermano, de dos años. En señal de duelo, el Consistorio ha decidido suspender también las actividades programadas durante todo el fin de semana en el complejo de la Ciudad del Menor.