MÁS DE 7.000 HECTÁREAS CALCINADAS EN AGOSTO DE 2009

El Seprona achaca el incendio de San Gregorio a una voladura controlada de material de tiro

La Guardia Civil cree que la causa fue el uso de explosivos en condiciones adversas, algo que desmintió Defensa.

El Seprona achaca el incendio de San Gregorio a una voladura controlada de material de tiro
El Seprona achaca el incendio de San Gregorio a una voladura controlada de material de tiro

Un informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil al que he tenido acceso HERALDO sostiene, en contra de lo que aseguró en su día el Ministerio de Defensa, que la "causa probable" del gran incendio registrado el verano pasado en el campo de maniobras de San Gregorio fue "la voladura controlada de material inerte procedente de ejercicios de tiro".

El documento corrobora así una de las dos opciones apuntadas por otro informe anterior del Seprona, que concluía que el origen del incendio fue la explosión "controlada o incontrolada" de algún resto de maniobras presente en la zona donde comenzaron las llamas. Ese primer atestado contemplaba la posibilidad de que el fuego se iniciara por una detonación "fortuita", pero también decía que pudo deberse a una desactivación distinta de las que los responsables del campo reconocieron que se estaban haciendo ese mismo día (en época de máximo riesgo de incendios).

El incendio de San Gregorio comenzó el 18 de agosto del año pasado y fue sofocado 74 horas después. Durante todo ese tiempo, las llamas avanzaron sin control, salieron del recinto militar y acabaron arrasando 7.220 hectáreas de terreno, de las que 3.307 eran superficie arbolada.

La actuación de los mandos militares fue muy criticada por los alcaldes de los municipios afectados -Zaragoza, Torres de Berrellén, Remolinos, Pradilla y Tauste- y por el propio Gobierno de Aragón, que les achacaron su tardanza en autorizar la entrada en el campo de maniobras de los medios de extinción de la DGA. Además, siete meses después del desastre, el Ministerio de Defensa todavía no ha dado ninguna explicación oficial sobre las causas del incendio.

Tres fuegos con un nexo común

Sin embargo, este periódico ha tenido acceso a un informe redactado por el Seprona para aclarar las causas de otro fuego de menores dimensiones ocurrido en San Gregorio dos meses después. En ese atestado se afirma que los tres incendios "de entidad" registrados por esas fechas en el campo de maniobras de San Gregorio -el de agosto y dos en octubre- "mantienen un nexo de unión común, el uso de explosivos o cartuchería trazadora con condiciones meteorológicas adversas propicias para la propagación de incendios".

En concreto, el documento apunta a que el primero de los fuegos de octubre -ocurrido el día 2- lo provocó "el rebote de un disparo de un carro de combate con munición trazadora", mientras que el otro -el del día 19- se debió al impacto de una "ráfaga perdida" de ametralladora pesada.

En cuanto al incendio que quemó más de 7.000 hectáreas, el Seprona sostiene que la hipótesis más probable es que la ignición la provocara "una voladura controlada de material inerte procedente de ejercicios de tiro", conclusión que contradice lo que el Ministerio de Defensa aseguró en una reunión con los municipios afectados tres semanas después.

Además, este periódico también conoce el contenido de otro informe realizado por la Guardia Civil en septiembre de 2009 para aclarar la causa del gran fuego de agosto. Ese documento, anterior al ya citado, considera que la hipótesis más probable es que las llamas fueran provocadas por la explosión "controlada o incontrolada" de algún resto de ma- niobras.

Según los agentes que llevaron a cabo la investigación, el área en la que se inició el fuego no era zona de caída de proyectiles. A pesar de ello, en ella se encontraron "gran cantidad de ellos sin explosionar, así como impactos explosionados y restos metálicos de todo tipo".

Desactivaciones en pleno agosto

Esta circunstancia, unida a la presencia de restos metálicos en el punto exacto en el que se determinó que había comenzado el incendio, hace que el informe cite dos posibles explicaciones: que se produjera una detonación "fortuita" que desplazó restos incandescentes y originó las llamas o que la explosión se debiera a algún trabajo de desactivación no reconocido por los responsables del recinto militar.

En este sentido, el atestado de la Guardia Civil explica que aquel día, en época de máximo riesgo de incendios, con 31 grados de temperatura y una humedad del 19%, se estaban realizando tareas de desactivación de proyectiles mediante el uso de explosivos.

Basándose en las declaraciones tomadas a los efectivos que hicieron esas labores y en el material desactivado, el Seprona explica que aquella mañana se actuó en dos puntos situados a 4,5 kilómetros y a 480 metros de la zona de inicio del fuego. Los investigadores consideran "poco probable" que el incendio se debiera a esa actividad, pero dejan abierta la posibilidad de que se llevase a cabo otra desactivación "a la que no se haga referencia".

Proceso judicial abierto

La Guardia Civil considera que de lo sucedido aquel día en el campo de maniobras de San Gregorio puede derivarse la existencia de un delito de incendio forestal que puso en riesgo la vida de personas, afectó a una superficie importante y alteró dos espacios naturales protegidos. Sus informes forman parte de las diligencias del proceso judicial abierto en un juzgado de Zaragoza.

Las llamas arrasaron más de 7.000 hectáreas. El incendió se declaró hacia las 13.05 del 18 de agosto y fue sofocado tres días después. Durante todo ese tiempo las llamas quemaron 7.220 hectáreas -3.307 arboladas- en Zaragoza, Torres de Berrellén, Remolinos, Pradilla y Tauste.