La CHE construirá 14 diques y 9 motas para recargar el acuífero de Alfamén

zaragoza. La Confederación Hidrográfica del Ebro ha sacado a concurso la ejecución de diversas infraestructuras en los barrancos de Aguarón y Cosuenda para facilitar la recarga del acuífero de Alfamén. El proyecto tiene un presupuesto de 712.541 euros, y está incluido entre las medidas del futuro plan de cuenca para la reorganización de los recursos de estas masas de agua subterránea.

Hay que recodar que sobre el acuífero de Alfamén existe una prohibición temporal para otorgar nuevas concesiones . Esta medida preventiva se basa en los descensos de nivel que se detectaron en algunas zonas. Además, las actuaciones previstas permitirán minimizar las inundaciones en el casco urbano de La Almunia.

Este proyecto supone también el cumplimiento de la declaración de impacto ambiental del embalse de Mularroya, que pedía que se adopten "las adecuadas medidas encaminadas a garantizar el mantenimiento del acuífero en volumen y calidad de las aguas".

Las actuaciones

Las obras consistirán en la construcción de 14 diques de retención, un talud y 9 motas longitudinales distribuidas en ambas márgenes de los barrancos de Aguarón y Cosuenda -dos cauces de régimen torrencial-.

Los diques de retención aumentarán el tiempo y la superficie de contacto entre el agua de escorrentía que embalsarán y el cauce, favoreciendo la infiltración en el acuífero de Alfamén. En concreto, se realizarán 6 diques en el barranco de Aguarón y 8 en el de Cosuenda, con alturas comprendidas entre 1 y 2 metros y distanciados por unos 200 o 300 metros.

Las motas longitudinales se instalarán en aquellos tramos donde la realización de los diques puede producir inundaciones de las parcelas colindantes. La actuación en el barranco de Aguarón tendrá una longitud de 1.463 metros, mientras que en el barranco de Cosuenda será de 2.965 metros. En ambos casos, tendrán la anchura suficiente para el paso de vehículos agrícolas.

Además para comprobar la eficacia de la actuación, se realizará un seguimiento que consistirá en cuatro sondeos piezométricos -dos en cada barranco- para conocer la evolución del nivel freático mediante medidas mensuales.