GENTE Z

Una irrefrenable y extraña atracción

El mundo al revés. Lo habitual es que sean bellos palacios o edificios singulares los que atraigan las miradas. Sin embargo, los solares y las grúas también deben tener su aquel, porque allí donde hay obras, como si de un imán se tratara, también hay ciudadanos cotilleando y comentando la jugada. Entre zanjas y socavones se pueden contar más espectadores que en algunos de los conciertos de la ciudad y, cómo no, los reyes indiscutibles de este 'hobby' urbano son los jubilados.


"Es que a estas edades cunde mucho el tiempo y con algo tenemos que entretenernos", explica Leandro Fuentes, de 76 años, desde una esquina de Alférez Provisional. Allí pasa las horas muertas, junto a un nutrido grupo de amigos, siguiendo las obras del tranvía y constatando que "hay días en los que estamos más ancianos mirando que obreros trabajando", comenta con sorna. De hecho, si se elaborara un ranquin de las obras que más expectación generan, el descubrimiento del Huerva a la altura de la Gran Vía se llevarían la palma de largo...


 

1El Huerva al descubierto, 80 años después. La estampa del río en los alrededores de la plaza de Paraíso es tan insólita como el paso del cometa Halley, dado que fue hace 80 años cuando pudo verse por última vez. Los viandantes se quedan anonadados y no pueden disimular su asombro, aunque una grúa de 38 metros sobrevuele sus cabezas. "Yo estuve 40 años en la obra y esto del cemento y las masillas es como una droga", bromea Juan José Rojas, que es de los pocos que sí recuerda que el río discurría por debajo de la Gran Vía porque "mi padre, que en paz descanse, trabajó poniendo las anteriores vigas, las de los años 30. ¿Qué pensaban? ¿Que el río volvía a aparecer en el Paseo de la Mina por arte de magia?".


2El puente de la Avenida de América. Otro lugar que atrae más miradas que Elsa Pataky o CR-9 en los anuncios de Calvin Klein es el 'cuello de botella' que se forma en el puente de la Avenida de América y que siempre está repleto de espectadores. Estas obras, que obligaron a desecar el canal durante unos días, no son muy espectaculares pero sí están provocando atascos de aúpa. El hecho de que cerca haya varias residencias y un centro de mayores fomentan la expectación.


 

3La zona de la ex-Expo. En el 'top 5' de las obras que pudieran dar al Ayuntamiento un excelente 'share' también figuran las muchas intervenciones de lo que será el parque empresarial de la Expo. Este espacio, que según el Consistorio es el cuarto destino turístico de la ciudad (tras el Pilar, la Seo y la Aljafería), también arremolina a muchos jubilados entorno al vallado. En la zona del Actur no se recordaba nada igual desde lel estreno de la pasarela del Voluntariado que provocó el desfile de decenas de miles de zaragozanos pasarela arriba, pasarela abajo.


 

4Calles menos 'publicitadas'. Las intervenciones de la calle de Arzobispo Morcillo o las calles que el FEIL dejó sin asfaltar (Pontevedra y Martínez Vargas, en el barrio de Torrero) también provocan curiosidad. Además, al ser espacios más 'domésticos', algunos espectadores no solo hablan del solar o la maquinaria con sus compañeros, sino que incluso jalean a los obreros o dan su opinión -con mayor o menor humildad- cuando creen que no se está procediendo como es debido. Lo mismo sucedió el año pasado en la concurridísima zona del Balcón de San Lázaro.


5 Barrios de nueva construcción. Aquí, cualquier mínimo movimiento de tierras puede provocar ovaciones. La forma que van tomando barrios como Arcosur, Valdespartera o Parque Goya es un acicate para que los nietos lleven a sus mayores a ver cómo construyen sus futuras casas.

Por último, es reseñable, independientemente de lo divertido del fenómeno, que los jubilados no son solo transgresores 'voyeurs' de las obras, sino que -incluso- en ocasiones han ejercido de fuentes de información para los medios. ¿Adivinan quién dio el aviso de que bajo Independencia habían aparecido un arrabal musulmán?