El calendario empieza a correr en contra del tranvía, hasta el punto de que la inauguración prevista para la precampaña electoral de 2011, en abril, es ahora mismo una ilusión. El retraso acumulado en la planificación del apeadero ferroviario de Goya hace ya casi imposible a estas alturas que las vías del tranvía se puedan tender a tiempo, puesto que se requerirá como mínimo de diez meses para cerrar la trinchera necesaria para construir un andén subterráneo para cercanías y regionales. Y este plazo solo empezará a contar a partir de junio, cuando se conozca al fin la empresa contratista.

Solo solapando fases de forma milimétrica y adelantando parte de los trabajos se podrían ajustar los plazos con el objetivo de cerrar antes la cicatriz, pero incluso en este caso se iría muy apurado. Fuentes del Ministerio de Fomento señalaron a este diario que la situación mejoraría si ganaran el concurso de las obras las mismas empresas que construyen el tranvía, FCC y Acciona. "Sería la solución ideal, porque podrían concentrar esfuerzos y comenzar antes de la adjudicación efectiva. Entonces sí podríamos llegar", indicaron.

El propio proyecto constructivo de la estación de Goya, encargado a la ingeniería KV Consultores, especifica que se necesitarán veinte meses para ejecutar esta infraestructura. Los meses finales se dedicarán a levantar el edificio de la estación, sobre el actual aparcamiento situado frente al instituto Goya, ya que hasta entonces no se habrá cerrado la zanja ferroviaria.

El ADIF aún no ha licitado la obra

El Consejo de Ministros autorizó hace dos semanas la licitación de las obras al ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), pero a estas alturas no se ha convocado aún el concurso. Con los plazos legales existentes, y aunque se recorten al tramitarse por la vía de urgencia, la adjudicataria difícilmente podría comenzar ante de junio. Su coste, de algo más de 44 millones de euros, será asumido finalmente por la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad, ya que ahora carece de fondos para tramitar esta obra incluida en el denominado convenio del AVE entre el Ministerio de Fomento, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento.

El proyecto remarca que se necesitarán cuatro meses para desviar todos los servicios afectados, entre las calles de las Cortes de Aragón y del Alférez Provisional. "Se estima una duración necesaria para la ejecución de los mismos, antes de poder comenzar con otras fases de la ejecución, de cuatro meses", indica.

Una vez respuestas todas las canalizaciones, la adjudicataria comenzará la construcción del muro pantalla, imprescindible para agrandar el actual túnel ferroviario existente. En ese espacio se habilitará un andén central de 160 metros de longitud. Hará falta extraer 68.000 metros cúbicos de tierra, cantidad con la que se podrían llenar más de 4.500 camiones volquete, dado que no solo se debe construir el andén y los servicios auxiliares, sino habilitar espacio para la futura vía desviada.

La primera fase de la obra civil se centrará en ejecutar un muro pantalla de cerramiento en el lado de Gran Vía. Luego se hincarán micropilotes antes de demoler parte del túnel existente y cubrir la trinchera que se generará en la avenida de Goya. "Una vez terminada la demolición, se procederá al montaje y colocación de una cimbra para la posterior ejecución de la losa de cubierta". Solo para que se seque el hormigón habrá que esperar 18 días.

A partir de entonces podrán entrar los operarios del tranvía a terminar de tender las vías en la confluencia de la avenida de Goya con Gran Vía y rematar así el primer tramo de la línea Norte-Sur, entre Valdespartera y la plaza de Aragón.