POR UN DELITO DE ATENTADO Y OTRO DE LESIONES

Piden de dos a cuatro años de cárcel para un joven por tirar una piedra a la Policía

El suceso ocurrió en mayo de 2008 durante una protesta vecinal contra el desalojo de un centro social ocupado en Torrero.

Está acusado de haber lanzado una piedra a un coche de la Policía Local durante una protesta vecinal contra el desalojo de un local ocupado por el colectivo Rasmia en Torrero el 30 de mayo de 2008. El joven niega que los hechos ocurrieran así, aunque los tres agentes que circulaban en el vehículo, y en el que resultó herido uno de ellos, coinciden al señalarlo como supuesto agresor. El fiscal pide dos años de cárcel para este joven por un delito de atentado y otro de lesiones. La acusación particular eleva la petición de pena a cuatro años de prisión, mientras que la defensa pide la absolución.

 

Según explicó el acusado durante el juicio, que se prolongó durante más de tres horas, él no estaba entre los que había ocupado el local, pero acudió a la protesta contra el cierre de este centro social como otros muchos vecinos. "Desalojaron y nos alejaron del sitio. La Policía cargó contra nosotros y la manifestación se hizo más violenta", apuntó el joven, que insistió en que él no lanzó ninguna piedra ni tiró ningún contenedor durante la trifulca. De hecho, insistió en que cuando vio que "la cosa se ponía fea" intentó marcharse.

 

La primera piedra rompió la ventanilla del copiloto e hirió a este en el mentón, por lo que tuvo que recibir varios puntos. Además, los cristales le dañaron la córnea, donde también tuvo que recibir puntos. A continuación, según explicaron, cayó una "lluvia de piedras" sobre el vehículo de los municipales, que habían acudido al barrio para ordenar el tráfico.

 

La Policía salió de la zona y se dirigió hasta la MAZ, donde el agente herido fue atendido. Mientras tanto, el joven acusado salió del lugar y fue junto con otros tres manifestantes hacia el cementerio de Torrero, donde poco después fueron identificados por otra patrulla de la Policía Local. Los agentes del vehículo agredido identificaron al joven en una fotografía al día siguiente. Sin embargo, el acusado no fue detenido hasta tres días después.

 

Aunque la Delegación del Gobierno había declarado ilegal esta protesta, un día después más de 200 vecinos y jóvenes del barrio se manifestaron entre el Paraninfo y la plaza de las Canteras para protestar por la carga policial y el desalojo del local ocupado en el número 67 de la calle Lugo.

 

El Ministerio Fiscal, argumentando la "clara identificación" de los agentes al acusado, pidió dos años de cárcel para el joven, una indemnización de 600 euros para el policía, así como una multa de 91,62 euros para el Ayuntamiento. La acusación particular elevó la pena a cuatro años por considerar que la agresión se hizo con un arma peligrosa. El letrado del Ayuntamiento de Zaragoza reclamó una cuantía superior por los daños del vehículo, que cuantificó en 697,14 euros.

 

La defensa, por su parte, pidió la libre absolución del joven o la rebaja de la condena considerando los hechos como una imprudencia temeraria.