ZARAGOZA

Un acuerdo con la fiscalía permite que tres 'skins' eviten la cárcel con 120 euros

El cuarto acusado, un radical de izquierdas para el que se pedían tres años de prisión por apuñalar a un rapado de ideología fascista, solo cumplirá finalmente un tercio de la pena

El autor del navajazo, que se encuentra en prisión provisional, antes de declarar ante el juez.
Un acuerdo con la fiscalía permite que tres 'skins' eviten la cárcel con 120 euros
JUAN CARLOS ARCOS

La fiscalía decidió ayer revisar a la baja las condenas que pedía para cuatro 'cabezas rapadas', a los que se juzgaba por un enfrentamiento registrado en un autobús urbano de Zaragoza. Tres de ellos evitarán la prisión pagando una multa de 120 euros. Y el cuarto, que se enfrentaba a una pena de tres años de cárcel, solo cumplirá finalmente uno. El acuerdo entre las partes y el ministerio público no impidió que se celebrara el juicio, pero fue un mero trámite en el que los acusados se limitaron a reconocer los hechos como previamente se había pactado. No fue necesario que declararan el resto de testigos, y el juez dictó la sentencia in voce.

 

Los hechos que sentaron ayer a los radicales en el banquillo se remontan al pasado 14 de febrero, cuando todos ellos coincidieron en un autobús de la línea 33. Según el relato del fiscal, dos de los procesados eran 'skins' de ideología fascista, mientras que los otros dos pertenecían a grupos de extrema izquierda (conocidos como 'sharp'). Cuando el vehículo circulaba por la avenida de Madrid, unos y otros se reconocieron y se inició un enfrentamiento en el que se cruzaron amenazas y uno de los neonazis recibió un navajazo en el abdomen.

 

El ministerio público pedía inicialmente tres años de cárcel para Ricardo García Madorrán (uno de los radicales de izquierda), por considerarlo autor de las lesiones de arma blanca. Sin embargo, la fiscal modificó ayer sus conclusiones en el juicio y rebajó la pena a un año. Los abogados del procesado, Carmen Sánchez Herrero y Javier Elía, solicitaron entonces al juez la suspensión de condena, para que este pueda abandonar el centro penitenciario de Zuera. Pero tras comprobar que contaba con antecedentes penales (por hechos ocurridos en abril de 2005 y julio de 2007), la fiscalía se opuso a la petición y el magistrado la denegó. Sí le serán abonados (descontados) los casi diez meses que lleva en prisión provisional.

 

El Salud cobrará los gastos

Lo que no modificó la fiscalía fueron las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil. Por ello, el autor del navajazo tendrá que pagar 1.640 euros a la víctima -que sufrió lesiones en la fosa iliaca izquierda, sin riesgo vital-, y 1.342 al Gobierno aragonés, que reclamaba los gastos sanitarios. Preguntado por el juez, el procesado reconoció que no tiene recursos económicos ni trabajo, pero se comprometió a satisfacer estas deudas en cuanto le sea posible.

 

Para cada uno de los otros tres acusados, Víctor E., Sergio G. y Ángel E., el fiscal pedía un año de prisión por amenazas graves. Los tres reconocieron en el juicio que durante el altercado se cruzaron amenazas, pero insistieron en que estas fueron solo leves. Esto hizo que la fiscal revisara a la baja las condenas, y que en lugar de cárcel terminara pidiendo una multa de 20 días, a razón de seis euros diarios. O lo que es lo mismo, el asunto se zanjó con 120 euros.

 

La víctima del apuñalamiento, el también acusado Ángel E., se había personado en la causa como acusación particular. Su letrada, Soraya Laborda, imputaba el delito de lesiones a los dos radicales de izquierdas, y pedía que ambos fueran condenados a tres años de cárcel. Solicitaba también una indemnización de 2.500 euros y cuatro años de alejamiento. Pero tras alcanzar el acuerdo con la fiscalía, esta parte terminó adhiriéndose a su petición. Lo mismo hicieron los letrados de los otros dos acusados, que inicialmente defendían su libre absolución.

 

La fugaz declaración de los acusados -solo contestaron a una pregunta cada uno- impidió aclarar las circunstancias en las que se produjo la agresión. Cuando fue interrogado en la fase de instrucción, la víctima dijo que iban en el autobús cuando vieron subir a cinco jóvenes de indumentaria 'sharp' (dos de ellas mujeres). Declaró también que los varones se dirigieron a ellos "conminándoles a entregarles el dinero y el móvil". Y como se negaron, terminaron agrediéndole. Sin embargo, la fiscalía siempre ha mantenido que los dos grupos se increparon e intimidaron "mutuamente".