Hace siete días que se abrió su entorno, el fin de semana pudo visitarse por primera vez su interior y esta tarde, de forma oficial y ceremoniosa, se inaugurará el Balcón de San Lázaro. Este rincón fundamental para la historia de Zaragoza ha sufrido un extraordinario lavado de cara durante casi tres años hasta convertirse en un pequeño centro de interpretación, aún pendiente de su musealización. El proyecto, incluido dentro del Plan de Riberas de la Expo, costó unos 16 millones de euros, gran parte de los cuales corrieron a cargo del Ministerio de Medio Ambiente. Así, y aprovechando que Manuel Chaves visita hoy en Zaragoza algunas de las obras del Fondo Estatal de Inversión Local, el vicepresidente del Gobierno será el encargado de cortar esta tarde la cinta inaugural.

"Hacía tiempo que había que hacer algo en este rincón", comenta Josefina Carrillo, vecina del Arrabal, que acostumbra "a pasar por aquí con el autobús, pero quería ver con calma cómo lucen ahora el puente de Piedra y el Pilar". Josefina forma parte del ejército de curiosos que estos días cotillean entre las ranuras de las tarimas, como si de una celosía se tratara, para ver qué secretos se esconden bajo el Balcón. Allí, y a través de una cristalera excesivamente opaca, se adivinan algunos restos arqueológicos -la traza de la cripta y el ábside de la iglesia del convento de Altabás- aunque "aún faltan de montar las vitrinas, con material que se ha encontrado durante las excavaciones", explica Antonio Mostalac, jefe del servicio de Patrimonio e Historia Cultural del Ayuntamiento, que hoy ejercerá de 'Cicerone' durante la visita de Chaves. Un osario de la Guerra de Independencia hallado durante las prospecciones, varios planos de la historia de los conventos, así como documentos estratégicos de los Sitios -Palafox instaló aquí su cuartel- formarán parte de la musealización de este espacio.

De momento, la única manera de visitar el centro de interpretación es hacerlo en las visitas guiadas gratuitas -de unos quince minutos- que se llevan a cabo los sábados y domingos de 11.00 a 14.00. Ayer, en una jornada soleada, algunos turistas pedían la ampliación de estos horarios, al tiempo que se hacían la obligada foto con el puente de Piedra y el Pilar de fondo. Graciela Montero, colombiana de 37 años, decía estar "en la gloria con este solecito y escuchando el rumor del río y las campanas". Eso sí, tampoco podía relajarse demasiado porque su pequeño Óscar, que apenas levanta un metro del suelo, le tiraba de la mano para ir a la zona de juegos. En la margen izquierda y junto al Balcón, se ha creado una plaza peatonal, de unos 2.500 metros cuadrados, con fuentes serpenteantes, equipamientos lúdicos y el consabido carril bici.