ZARAGOZA

Los trámites de la variante de Borja avanzan pero no evitan las protestas de los vecinos

Hace unos días, un camión que transportaba una viga de 39 metros se quedó atrapado en la 'curva del hospital'

La denominada 'curva del hospital' supone una trampa para los vehículos de longitud especial
Los trámites de la variante de Borja avanzan pero no evitan las protestas de los vecinos
J. L.

Los vecinos de Borja llevan muchos años esperando el ansiado proyecto de la variante de la N-122 a su paso por la ciudad. La tramitación de la infraestructura aunque despacio, mientras cada día crece su necesidad dado el aumento progresivo del tráfico, mucho de él pesado, que soporta esta carretera nacional.

 

La conocida como 'curva del hospital' de la localidad borjana, en la que, además, hay una de las pocas señales de 'stop' en una carretera nacional en España, es un auténtico dolor de cabeza para los camiones y algo difícilmente superable para los transportes especiales. Sin ir más lejos, el pasado día 13, uno de ellos, que transportaba una viga metálica de 39 metros de longitud, tuvo que invertir 18 minutos para salvar este escollo. Y eso que su labor fue facilitada por la Policía Local de Borja, que cortó el tráfico de la N-122.

 

Si bien es cierto que existe un gran escepticismo entre la población de que este desvío vaya a ser, por fin, una realidad, el hecho es que los trabajos siguen su curso. Así, la empresa EPSA ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Borja para realizar las primeras prospecciones, tanto para el desmonte como para el relleno, y cuatro sondeos especiales para el túnel, por lo que serán un total de 84 catas a lo largo de los más de siete kilómetros de recorrido.

 

Pese a este avance, la dotación con que cuenta la infraestructura para los próximos Presupuestos del Estado resulta escasa: 160.000 euros. Y eso que el importe aumentó en la fase de enmiendas, dado que inicialmente se limitaba a unos testimoniales 10.000 euros.

 

La empresa ha informado, también, de que el proyecto definitivo está marcado y ya hay 67 parcelas afectadas por la variante, algunas de ellas de propiedad municipal. Una vez realizadas las catas arqueológicas y paleontológicas, para no afectar a once yacimientos localizados, se dará por concluido el estudio. En estos momentos el proyecto está en manos del Ministerio de Fomento para información de los técnicos del departamento, y a su vez para revisar si se incluyen todas las peticiones formuladas por el Ayuntamiento de Borja, como señaló su alcalde, Eduardo Arilla.

Un presupuesto de 30 millones

La Secretaría de Estado de Infraestructuras y Planificación aprobó en el año 2007 el expediente de información pública y, definitivamente, el estudio informativo para esta variante de Borja-Maleján. El estudio contempla la construcción de la vía por la alternativa norte, tal y como había solicitado la corporación borjana. La variante tendrá 7.200 metros de longitud, incluido un túnel de 600 metros, y un presupuesto próximo a los 30 millones de euros.

 

Pero, más allá de la situación de la carretera a su paso por Borja, lo cierto es que las quejas son unánimes por el estado de la carretera N-122 desde el cruce con la N-232, en Magallón, hasta la provincia con Soria, pasado Torrellas. De hecho, la velocidad en todo ese tramo de 46 kilómetros está limitada a 80 km/h a causa del pésimo estado del firme, con innumerables baches y socavones.

 

La peor situación se vive entre Bulbuente y Tarazona, un tramo de quince kilómetros que está en obras desde el año pasado por los trabajos para mejorar el trazado y cuyo pavimento ha empeorado desde que se han instalado las máquinas. Al menos hasta 2011, la carretera no estará lista.

La duda es si Fomento acometerá próximamente la mejora del firme, algo que sí ha sucedido en el tramo soriano de la N-122. Fuentes del Ministerio aseguraron hace unos días que las obras se van a adelantar todo lo posible y que, de hecho, las máquinas empezarán a trabajar en breve en varios puntos de Borja, Magallón y Tarazona.