EXPOSICIONES

El Gargallo triplica sus visitas en su reestreno

El museo, tras su ampliación y reapertura, recibe más de 500 visitantes diarios y empieza a albergar actividades culturales.

Los jinetes ('El atleta moderno' y 'El atleta clásico') siguen recibiendo a los visitantes del museo.
El Gargallo triplica sus visitas en su reestreno
C. MONCÍN

Un museo más legible y más cómodo. Es lo que se buscaba con la remodelación del Pablo Gargallo (que ha costado 4,7 millones), y es lo que se ha conseguido. Más de 5.000 personas lo han visitado desde que fuera inaugurado el pasado 22 de octubre. Según fuentes municipales, un promedio de 500 personas se están acercando cada día a recorrer sus remozadas salas. Es una cifra notablemente superior (aproximadamente el triple) a la que se registraba antes de que cerrara sus puertas para la remodelación. Y eso que aún no se han programado (se hará en este mes de noviembre) las visitas de los grupos, básicamente escolares.

 

"Lo que nos planteábamos antes de emprender esta reforma es conseguir un museo en el que se mejoraran sustancialmente las posibilidades de su visita -asegura Rafael Ordóñez Fernández, jefe del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza-. Y creo que se ha conseguido. Las obras están ahora menos concentradas, se pueden ver mejor, y el recorrido es más coherente".

 

En realidad, el museo no ha ganado grandes espacios (el inmueble que se le ha incorporado tiene 100 metros cuadrados de planta) pero, al construirse seis alturas, ha acabado por aumentar su superficie en un 40 por ciento. Ahora, todo el palacio de Argillo está dedicado a la obra de Gargallo, y en la parte 'nueva' se incluyen salas dedicadas a exposiciones temporales, audiovisuales, actividades didácticas y fondo de documentación.

 

"Vamos a darle al museo la mayor actividad cultural posible -señala Ordóñez Fernández-. Y ya desde la inauguración: presentaciones de libros, jornadas... actividades que no siempre van a tener relación directa con el arte contemporáneo. El emplazamiento del museo es estupendo, el salón de actos se ha adecuado para poder realizar actividades de todo tipo, incluso cuenta con proyector y cámara de alta definición, y creemos que el centro puede dar mucho de sí en ese sentido".

 

Veintisiete años han pasado desde que, el 19 de mayo de 1982, Pierrette Gargallo y Ramón Sainz de Varanda firmaran el contrato fundacional del museo. Desde entonces, el centro no había experimentado unas obras de reforma de tanta envergadura. Ahora se pone el acento, más que nunca, en el apartado didáctico. El visitante dispone de audioguías en español, francés, inglés e italiano, y los audiovisuales que se exhiben están en español, francés, inglés, italiano y lengua de signos.

 

Buena prueba de este afán didáctico la da el hecho de que se ha habilitado una sala para explicar cómo se funde un bronce por la técnica de la cera perdida. "Es el primer museo de España que cuenta con algo así, y hemos tenido la suerte de que hemos podido documentar todo el proceso, incluso hemos localizado una foto antigua en la que se ve a Gargallo junto a la pieza que sirve de hilo conductor en todo el proceso". La donación de Pierrette Gargallo del molde original ha contribuido a que dicha sala tenga todos los elementos necesarios.

 

Pero no es la única donación. Los herederos del artista han cedido obras no solo para la apertura del museo, sino también a lo largo del tiempo. Y en esta ocasión han sido muy generosos: entre las nuevas donaciones destacan un precioso autorretrato y 'La vendimiadora', una escultura de 3 metros para la que no se ha elegido todavía emplazamiento.