AJUSTE DE CUENTAS

La Policía logra liberar a la víctima de un secuestro y detiene a sus captores

La Policía Nacional ha logrado liberar, sano y salvo, a un hombre de nacionalidad marroquí que fue secuestrado por cuatro paisanos suyos para forzarle a pagar una deuda por drogas que, al parecer, había contraído con ellos. El arresto se llevó a cabo en el área de servicio de Rausán, en Alfajarín, donde los captores habían quedado con el cuñado de la víctima para hacerles la entrega del dinero. La Policía, además de a los secuestradores, detuvo a la víctima por tráfico de drogas. No obstante, esta no fue enviada a prisión, como sí ha ocurrido con las personas que la retuvieron en contra de su voluntad y la golpearon.


Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, los detenidos solicitaban el pago de una antigua deuda de 3.270 euros contraída por el secuestrado, quien manifestó a los agentes que había temido seriamente por su vida.


La operación se inició el pasado 4 de octubre cuando un ciudadano marroquí afincado en España comunicó a la Policía que su suegra, residente en Marruecos, había recibido varias llamadas de una persona que se expresaba en árabe, en las que le comunicaban que su hijo estaba secuestrado y que le matarían si no saldaban la citada deuda.


La madre facilitó a los secuestradores el teléfono de su yerno para que trataran directamente con él. Al final, fue esta persona quien denunció los hechos ante la Policía, según las mismas fuentes.


No obstante, el cuñado de la víctima, antes de hablar con los agentes, recibió una llamada de los secuestradores en la que le hicieron saber que estaban dispuestos a matarlo si no satisfacían sus exigencias.


Durante esta conversación permitieron a la víctima hablar directamente con su familiar, quien le confirmó que era objeto de un secuestro y que, hasta ese momento, se encontraba bien.


Tras este primer contacto, el mismo 4 de octubre se produjo una cita con dos de los secuestradores en Zaragoza, en la zona donde se celebró la Exposición Internacional. Allí le indicaron, una vez más, que si quería volver a ver vivo a su cuñado tenía que liquidar la deuda contraída.


Tras comprobar la seriedad de las amenazas, decidió ponerse en contacto inmediatamente con la Policía. A partir de ese momento se activó un plan de actuación que ya tiene establecido por la Comisaría General para este tipo de delitos y se desplazaron hasta Zaragoza agentes de la Sección de Secuestros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta. En colaboración con el Grupo de Homicidios y tras llevar a cabo las primeras pesquisas, los agentes averiguaron que el origen de la deuda estaba en una compraventa de droga. Paralelamente se sucedieron las llamadas de los secuestradores en las que amenazaban con matar a la víctima si el dinero no era entregado en un breve plazo de tiempo.


Una vez que se obtuvieron datos suficientes, tanto de los autores como de la zona donde podían tenerlo (en Pina de Ebro), se acordó entregar el dinero en el área de servicio de Rausán, en la madrugada del 5 al 6 de octubre. Allí acudieron dos de los implicados, que fueron arrestados, y posteriormente se arrestó a un tercero, que estaba en un turismo en cuyo maletero descubrieron al secuestrado, tapado con unas mantas.


La víctima tenía lesiones sufridas durante su cautiverio y manifestó haber temido seriamente por su vida, ya que desde el primer momento le dejaron bien claro que moriría si algo salía mal.