zaragoza. Los vecinos de Garrapinillos tendrían que estar a punto de poder disfrutar de su nuevo centro de salud. Sin embargo, lo que tienen ahora es un edificio a medio terminar y con las máquinas paradas desde hace casi cinco meses. La construcción del centro sanitario se paralizó por completo en marzo y no se reactivará como pronto hasta el mes que viene. En el mejor de los casos, las obras concluirán a finales de año y después habrá que esperar unos meses a que se instalen los equipos y el mobiliario. Además, para que finalicen las obras el presupuesto se disparará al menos un 20%.

El centro de salud, que se construye con fondos de la DPZ y del Ayuntamiento de Zaragoza, fue encargado a la constructora Winterra por algo más de un millón de euros, pero este dinero no ha sido suficiente para cumplir con los compromisos adquiridos. Así, sin fondos para poder rematar la obra y con un retraso de cuatro meses en los plazos, la constructora paró las máquinas el 24 de marzo, fecha para la que el centro de salud ya tendría que estar terminado.

Ahora las dos instituciones promotoras deberán modificar el presupuesto al alza un 20% para terminar el centro de salud. Además, aprovechando el parón, se han incluido en el proyecto algunas recomendaciones realizadas por los facultativos, como que determinadas estancias estén comunicadas con puertas, algo que no estaba recogido en el dibujo original.

En la actualidad, la estructura del edificio está levantada, solo queda retocar la fachada y terminar los suelos, entre otras actuaciones. Winterra debe confirmar que, con la nueva inyección presupuestaria, está dispuesta a rematar las instalaciones a partir de septiembre, algo que le llevará alrededor de dos meses. Fuentes de la DPZ señalaban ayer que esperan tener el edificio antes de final de año.

Centro de atención provisional

El nuevo centro de salud de Garrapinillos, una vieja reivindicación de los vecinos, tiene tres plantas y contará con una sala de urgencias, seis consultas de enfermería y otras seis para los médicos. Estará situado en la plaza de España y tendrá más de 500 metros cuadrados.

Actualmente, los vecinos de Garrapinillos tienen que pasar consulta en el centro de convivencia, donde hay tres médicos, un pediatra y una consulta de enfermería. Como consecuencia, las personas mayores se han quedado sin parte de sus instalaciones, por lo que apenas pasan por allí, según señala Bernardo Cambra, presidente de la Asociación de Vecinos San Lorenzo. "Los médicos ahí están embotellados y los mayores solo cuentan con una sala", denuncia Cambra.

Mariano Blasco, alcalde del barrio rural, cree que "no ha llegado el dinero para finalizar la obra porque se eligió la opción más barata de las que había". Aunque reconoce que "a la obra le queda poco" para finalizar, denuncia que actualmente están en una situación "precaria" que requiere "una solución urgente". De momento, los vecinos de Garrapinillos tendrán que esperar.