TRIBUNALES

Un año de prisión para el empresario que propuso a un parado cometer un secuestro

La Audiencia le rebaja la pena considerablemente porque entiende que el acusado tiene un trastorno que ha mermado sus facultades

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a un año de prisión al empresario que pasaba por una época de crisis y para resolverla propuso a un inmigrante rumano en paro secuestrar al hijo de un rico industrial y pedir un rescate por su libertad. El tribunal de la Sección Tercera lo considera autor del delito, aunque dice que padece un cuadro depresivo que le produce una disminución de sus facultades intelectivas y volitivas y le rebaja la pena en tres grados.

 

La sentencia establece como hechos probados que el 13 de mayo de 2008, Eduardo Orga contactó telefónicamente con Vasile F. M., un joven que había puesto un anuncio en HERALDO DE ARAGÓN ofreciéndose para trabajar. El aviso decía en concreto: "Rumano de 25 años, con papeles, vehículo propio y carné de conducir español busca cualquier tipo de trabajo".

 

El acusado lo citó en un bar de la calle de Bretón ese mismo día y allí le propuso que buscara a otros dos rumanos para secuestrar a un joven que vive en la avenida de Cesáreo Alierta y que es muy rico. También le dio instrucciones de cómo debían actuar con él y le dijo que, para asustarlo, le pusieran un objeto metálico en la espalda a modo de pistola, después una capucha y luego lo metieran en un coche. A continuación tenían que quitarle el teléfono y obligarle a que les diera el número de su padre, para pedirle un rescate por su hijo. El lugar de encuentro serían los montes de Cadrete y el rescate que pensaba pedir era de 30.000 euros. Eduardo Orga quedó con Vasile a las ocho de la mañana del día siguiente en la plaza de San Francisco y allí le diría a la persona que tenían que interceptar.

 

Nada más salir del bar, el inmigrante rumano se fue a la comisaría de Policía de Centro y dio cuenta de lo que el empresario tramaba. Los agentes lo arrestaron al día siguiente en la plaza de San Francisco, cuando se presentó a la cita.

 

El tribunal considera que el acusado propuso a un tercero la detención ilegal de una persona con intención premeditada de exigir un rescate económico para devolverle la libertad, lo que constituye un delito de secuestro en fase de proposición. Además, es un delito de consumación anticipada, según explica el fallo, que recuerda que el Tribunal Supremo no exige que el rescate llegue a obtenerse por los delincuentes.

 

La Audiencia no ha creído las manifestaciones que Orga hizo en el juicio en el sentido de que su conducta había sido producto de una fantasía y que ese mismo día llamó a Vasile para decirle que todo era mentira. Sin embargo, ni la llamada ni su contenido ha sido acreditada, según la sentencia.

Sí que estima probado que el acusado padece un cuadro depresivo reactivo causado por problemas económicos y familiares, que precisa tratamiento farmacológico y que le produce una disminución de sus facultades intelectivas y volitivas. No obstante, valora que esa merma es moderada y no extrema y explica que, para cometer los hechos, "se utilizó la demanda de trabajo de un inmigrante cuya situación económica en nuestro país no es demasiado holgada y estable como para rechazar ofertas, aunque en este caso sí lo hizo y denunció los hechos ante la Policía".