EN EL CEMENTERIO ZARAGOZANO

Más de dos mil cadáveres deberán ser trasladados por el estado ruinoso de varios nichos en Torrero

El Ayuntamiento de Zaragoza trasladará los 2.159 cadáveres inhumados en la manzana 24 del cementerio de Torrero, donde se hundieron seis nichos en mayo y que será declarada en ruina, a otra que se construirá a unos veinte metros, una intervención que se llevará a cabo a partir de noviembre y que durará al menos un año.


Para ello, el Consistorio aprobará una propuesta de declaración de ruina del inmueble, que obligará a rescatar cada uno de los enterramientos, y la construcción, por vía de urgencia y de manera excepcional, de otra manzana en una parcela cercana, que será réplica de la actual, ha informado el consejero de Urbanismo del Ayuntamiento, Carlos Pérez Anadón.


La manzana 24 de Torrero tiene 1.190 nichos y 2.159 enterramientos, desde 1969 cuando se construyó hasta este año, en el que se han inhumado siete personas, lo que dará lugar a diferentes situaciones legales, ha explicado.


Los hechos se remontan a la penúltima semana de mayo, cuando se iba a producir un enterramiento en ese cementerio municipal y, de modo fortuito, se descubrió la existencia de una serie de hundimientos interiores, una situación que generó alerta, según el consejero.


Ha agregado que, según los estudios de los técnicos de Arquitectura, la calidad de los materiales empleados era entonces razonable pero hoy se podría decir que es escasa, y que toda la estructura de la manzana se apoya sobre una antigua zona de sepulturas, un terreno que se rellenó y compactó y que ha podido ser determinante en el hundimiento interior.


El Ayuntamiento quiere recuperar la situación actual y devolver la tranquilidad a las familias, con unas actuaciones que no pueden ser exclusivamente la de aportar soluciones arquitectónicas, sino también la de tratar de atender los aspectos sociales, administrativos, económicos, sanitarios, antropológicos y afectivos.


"Nos encontramos con una situación claramente singular y sin antecedentes en España, por la magnitud de la misma", ha agregado, y ha señalado que será una intervención densa y larga en el tiempo, que será llevada a cabo por los mejores profesionales de Aragón, con todas las garantías sanitarias, administrativas y legales, y que aunque será muy costosa no reportará ningún gasto para las familias.


Para ello, los técnicos de Urbanismo y del Instituto Municipal de Salud Pública, en colaboración con el Instituto de Medicina Legal del Gobierno de Aragón, han adoptado un protocolo de actuación, que se ultimó ayer, 13 de julio.


Asimismo, "se trabajará conjuntamente y de manera directa y continua con las familias afectadas", con toda la ayuda y comprensión necesarias porque se pueden dar multiplicidad de situaciones, ha afirmado Pérez Anadón.


En la segunda quincena de julio, el Ayuntamiento comenzará a enviar cartas a los familiares para comunicar los problemas detectados en el enterramiento y a partir del mes de septiembre, una nueva comunicación personalizada, oral y escrita, les notificará el día de la exhumación y posterior inhumación de sus enterrados.


Los Servicios Sociales del Consistorio ofrecerán a las familias atención de manera continuada y permanente, una acción que consideran prioritaria.


En este sentido, el director del Instituto de Medicina Legal, Juan Antonio Cobo, ha dicho que el protocolo de exhumación e inhumación se hará bajo la "luz y taquígrafos" de las familias, a las que se ofrecerá un nicho en la misma situación que el anterior, dado las "sensibilidades especiales que existen alrededor de la muerte"; la posibilidad de otro enterramiento y los oficios que deseen, como un sacerdote.


Ha explicado que la fase cero de preparación para esta intervención puede prolongarse en el tiempo, incluso hasta noviembre, ya que es necesario movilizar muchos medios técnicos y humanos, además de que en julio, agosto y septiembre la normativa legal prohíbe las exhumaciones.


Una vez construidos los nuevos nichos, a partir de noviembre comenzarán las extracciones a razón de 15 o 20 al día, siempre que no se diesen circunstancias especiales como que hubiera confusión de restos o los cadáveres no se identifiquen, ha señalado Cobos.


Un equipo de una cincuentena de profesionales, desde sanitarios hasta psicólogos, trabajarán cuatro horas diarias, porque la ley no permite más en estos casos, en la exhumación e inhumación que se hará en el mismo día, en carpas preparadas al efecto y en presencia de un familiar o un portavoz, que contarán con apoyo psicológico.