ZARAGOZA

El homicida imprudente de Bujaraloz ya está en casa tras 2 meses en tercer grado

Manuel Used, que causó un muerto y diez heridos cuando conducía ebrio, fue condenado a dos años y medio de prisión y solo ha estado 60 días encarcelado.

Dos meses de prisión y otros dos en tercer grado. Esta es la condena que ha cumplido Manuel Used Berenguer de la pena de dos años y medio que le impusieron los tribunales por un delito de homicidio por imprudencia y seis de lesiones. Desde hace unos diez días ya no va a dormir al centro de inserción Las Trece Rosas, en el barrio de Torrero. Ahora ya está viviendo en su pueblo, Bujaraloz, donde también viven los padres de César Arcal Samper, el joven de 18 años que falleció al volcar el remolque en el que viajaba, junto con diez jóvenes más, cuando Used conducía en estado ebrio y de forma temeraria.

 

Carmen y César, los padres del chico, han estado muy pendientes del cumplimiento de la condena del vecino que causó la muerte de su hijo y, a estas alturas, no entienden cómo funciona la Administración. "No comprendemos cómo la Justicia impone un castigo e Instituciones Penitenciarias lo quita", manifiestan. "Es todo absurdo y surrealista. Vienen a decir que como no tiene carné de conducir y todos los días iba y venía de Bujaraloz a Zaragoza, es una situación penosa y mejor que se quede en su casa, controlado telemáticamente. ¿Pero cómo va a tener carné si se lo quitaron precisamente por matar a mi hijo y casi a diez más?", se pregunta indignada Carmen Samper.

 

Fuentes de Instituciones Penitenciarias explicaron que Manuel Used, de 56 años, es un delincuente primario, tiene apoyo familiar, no causó alarma social y la condena que se le impuso no era grave. Por estos motivos, en tan solo dos meses logró el tercer grado y, dos meses más tarde, la libertad condicional. El único elemento de control que tiene es una pulsera que le obliga a estar en su domicilio a las ocho de la tarde y no salir hasta que vaya a trabajar. "Así lo han puesto en casa. Su vida ha transcurrido igual que si no hubiese pasado nada. Y todas las instituciones y administraciones han pensado en su beneficio, hasta la fiscalía, que pedía tres años de cárcel y luego no se ha opuesto a que saliera en dos meses y, encima, sin decirnos nada a nosotros", subrayan. Añaden que quizás todo eso estaría bien "si se hubiese arrepentido o hubiera pedido perdón, pero no ha sido así y lo que ha sucedido es que se ha crecido y, encima, lo han premiado", incide la madre de César.

 

Tanto ella como su marido no tienen ninguna duda de que "las víctimas de los delitos son las grandes olvidadas" y que son ellas las castigadas "varias veces". "Las garantías tienen que ser para todos, no solo para los delincuentes, y nosotros tenemos derecho a que esa persona cumpla la condena que le impuso la Justicia", dicen.