La Expo acabó el 14 de septiembre y desde entonces se han sucedido los problemas.

Sin ninguna duda. Cerramos el 14 y el 15 empieza la crisis económica mundial, que tuvo la cortesía de esperar a que terminara la Expo. Si la crisis se hubiera producido un año antes, buena parte de las infraestructuras que se hicieron antes de la Expo hubieran peligrado seriamente.

La crisis ha mermado los ingresos del Ayuntamiento y la deuda se ha disparado. Zaragoza ya es la segunda de España en deuda, tras Madrid, si se tiene en cuenta el número de habitantes.

La capacidad de endeudamiento que se concede a los ayuntamientos es muy baja. Yo estoy deseando endeudarme más. Claro que tenemos deuda, pero tenemos liquidez y solvencia sobrada, por lo que no es problemático. Por eso voy a bajar los impuestos entre uno y dos puntos el próximo año. Hoy el IPC es de un 0,02%. Como está tan bajo, se va a producir la paradoja de que vamos a reducir los impuestos en términos reales. Es la primera vez en la historia. Al final de la legislatura el crecimiento de los impuestos habrá sido cero. El año pasado estuvo por encima del IPC y ahora hay que ir bajándolo. Pero bajaremos los impuestos, no las tasas. Agua y basura seguirán el plan tradicional.

Pero el año que viene hay revisión catastral.

He adoptado otras dos medidas. La revisión suponía multiplicar por más de dos el valor catastral. Por lo tanto, he ordenado que, mientras dure la situación de crisis económica, se deje sin efecto la revisión. Y una tercera medida es que, a título individual, no como medida general, he dado órdenes a la Consejería de Economía y Hacienda de que aquellas personas o empresas que acrediten dificultades graves por la crisis económica puedan suspender o fraccionar sus deudas con el Ayuntamiento. Una crisis solo tiene dos medidas, todo lo demás son bobadas: incremento de inversiones y reducción de impuestos.

Y cuando acabe la crisis, ¿qué?

Después no puede ser que se multiplique por dos el IBI, habrá que jugar a rebajar el tipo para que los incrementos se produzcan en un periodo de siete u ocho años, de manera lenta.

Cuando se conoció la compra de mobiliario de lujo para el Ayuntamiento, desde la mesa del Seminario hasta los muebles de la Casa Solans o la planta noble, arreciaba la crisis económica. ¿Fueron un error estas compras?

Yo de ese tema preferiría no hablar, pero el amueblamiento de la Casa Solans fue un acierto absoluto. Había que poner los muebles adecuados a un palacio que será un museo. La supuesta mesa nunca ha sido una mesa. La mesa ha sido un salón de plenos, que es obvio que debe tener el Seminario. Lo único que era un error, y por eso lo rectifiqué, fueron las sillas.

La Expo 2014 no acaba de desatascarse. ¿Cómo piensa pagarla cuando la oposición ya ha dicho que no apoyará recalificaciones, sobre todo en Las Fuentes?

Eso es una tontería. ¿Cómo no la van a apoyar? Lo que se puede discutir es si las viviendas son 12.000, 4.000, 6.000 o lo que fuere, o cuál es el porcentaje de VPO. Pero decir que no hay que cerrar urbanísticamente la ciudad por el este es un absurdo, un auténtico disparate. La diferencia es que, si es con Floralia, tendremos el apoyo de otras administraciones en otro tipo de operaciones. Pero prisa no hace falta mucha. La construcción podría empezar la legislatura siguiente, en la que confío en tener mayoría absoluta.

¿10.000 pisos no son muchos?

Pues a lo mejor. Sobre eso no hay ningún criterio. Esa es una propuesta que surgió del ámbito técnico, pero estamos dispuestos a negociar con el grupo municipal que quiera hacerlo de verdad. En todo. En el número, composición, tipo de viviendas? Pero para eso hay que sentarse a negociar.

Entonces, ¿Floralia se hará?

Con absoluta seguridad. Eso me lo preguntan mucho los ciudadanos. Ya la apoya el 70% de los vecinos de Zaragoza. Como nos presentemos a una campaña electoral en la que el tema sea los partidarios o no partidarios de Floralia, que Dios coja confesados a los no partidarios, porque la gente es la que manda. Y la gente está encantada con su Expo y con tener otra en 2014.

Ahora está en marcha el proceso de la post Expo. La venta de suelo no acaba de despegar. Algo parecido ocurre con los terrenos para vivienda del barrio del AVE.

Gracias a la generosidad de las otras administraciones, hemos podido reducir nuestra participación en la post Expo al 2,5%. Nuestra participación en un proceso de transformación que obviamente va a generar pérdidas será muy inferior. Por lo tanto, no constituye una preocupación municipal grave. Más grave es todo lo relacionado con la estación de Delicias. Zaragoza Alta Velocidad no vende un solo solar y hay un 'impasse' evidente.

¿Y qué se puede hacer?

Hace seis días le mandé un informe al secretario de Estado Víctor Morlán para que nos sentemos las tres administraciones a revisar el modelo de financiación de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad. Me parecería un error garrafal esperar a que se acabe el problema inmobiliario y resurja la venta de suelos. Hay diversos mecanismos, desde el presupuestario a la deuda. Alta Velocidad requiere soluciones urgentes, porque hay un montón de cuestiones pendientes. Respecto a la sociedad Expo, la verdad es que puede esperar a la recuperación del sector.

Hay dudas sobre la viabilidad económica de proyectos como la navegación o la telecabina. ¿Ha considerado descartarlos?

La telecabina no dependerá de nosotros, sino de que Aramón aguante o no. He leído noticias de que no lo veía nada claro. Intentaré que se mantenga la telecabina, pero no sé si podremos ayudar lo suficiente para que Aramón decida retenerlo. La navegación, sin embargo, no está en el aire. Funcionará, pero con barcos ajustados a las características del río.

¿Aunque sea a costa de cubrir el déficit anual?

Es menos que una línea de autobús y el atractivo turístico de subir por el Ebro me parece que vale la pena sin ninguna duda.

Otro proyecto pendiente es el del estadio. ¿Corre peligro por falta de financiación?

Ese tema lo lleva Carlos Pérez Anadón y a mí me dice que no. La parte municipal está sobradamente cubierta. Lo que falta por plasmar es el compromiso económico del Gobierno de Aragón, dicho con toda claridad. Una segunda dificultad es que el Zaragoza tiene que participar, aunque sea en un porcentaje pequeño.

El gobierno PSOE-PAR sigue en minoría. ¿Teme que al acercarse las elecciones se vaya a una situación de bloqueo o sigue creyendo que algún grupo de la oposición se sumará al gobierno?

Francamente, he perdido la esperanza de que un grupo de la oposición se sume al gobierno esta legislatura. En la siguiente sí, porque aunque tenga mayoría seguiré intentando el tripartito. Pero no va a haber problemas en nada básico. Primero, porque no le conviene a nadie bloquear la ciudad y que se transmita a los ciudadanos que como consecuencia de su actitud no se pueden hacer cosas.

Ha creado el cargo del vicealcalde. ¿No puede dar la impresión de que se aleja del día a día?

¿Verdad que el Gobierno de Aragón tiene un vicepresidente? Pues el de Zaragoza también. Y el Gobierno de España tiene tres. A los gobiernos les va muy bien la figura del 'vice'. Y el alcalde, aunque quiera, no tiene manera de alejarse de la realidad cotidiana. Lo que sí quiero en la segunda fase de la legislatura es estar más tiempo en la calle y menos en el despacho.

Y por terminar con fútbol, ya que esta semana se ha jugado la final de la Copa, el juego de su 'Messi' Jerónimo Blasco, que un día toca Cultura, otro la Expo y al siguiente las obras del fondo local, está causando algún recelo entre sus compañeros, que creen que se entromete en sus funciones. ¿Es envidia o es que nunca da el pase de gol porque los quiere marcar todos él?

Yo he optado por el modelo de la acumulación de inteligencia. Muchos profesionales de la política me dicen que eso es una fuente de líos. Yo prefiero mil veces los problemas derivados de la inteligencia o del carácter expansivo. Jerónimo no es el único. Ese tipo de dificultades, que son nimias, las prefiero al vacío, a la incapacidad política, al aburrimiento, a la inacción. Pero yo, más que un Messi, ya tengo los cinco magníficos.