ZARAGOZA

Más de 30 denuncias en la Nochevieja de Zaragoza

La Policía solo ha identificado a los presuntos autores de tres casos, por lo que el resto podrían terminar archivados.

La primera noche del año no solo dejó basura en el Casco Histórico, también hubo varios agredidos
Más de 30 denuncias en la Nochevieja de Zaragoza
O. DUCH

La primera noche del año no fue tan tranquila como creíamos en Zaragoza. La Policía Nacional no informó de ningún incidente relevante el pasado 1 enero, pero en los juzgados de la plaza del Pilar se han recibido ya más de una treintena de denuncias por agresiones, peleas y reyertas registradas durante la Nochevieja. Según ha podido saber este periódico, ninguna de las víctimas hasta ahora conocidas sufrió lesiones que pusieran en riesgo su vida, pero hubo múltiples hospitalizaciones y los partes médicos están plagados de fracturas y policontusiones.


Los expedientes se cuentan por decenas en los juzgados, pero podrían terminar archivados y sobreseidos si no se identifica pronto a los autores de las lesiones. La Policía Nacional solo ha conseguido esclarecer hasta la fecha tres casos, en los que las víctimas pudieron reconocer fotográficamente a sus presuntos agresores. Sin embargo, las diligencias judiciales de estos asuntos se encuentran todavía en su fase inicial, y habrá que esperar a que los heridos se recuperen y el juez tome declaración a los implicados.


La mayoría de las agresiones denunciadas tuvieron como escenario lugares especialmente concurridos, como las calles del Casco Histórico o del entorno de la plaza de Salamero. Pero al ser tan elevado el número de altercados, casi todos los barrios de la capital aragonesa se han visto salpicados. De hecho, se produjeron incidentes hasta en puntos periféricos como Rosales del Canal o el campin municipal de Valdefierro.


Como informó este periódico, una de las agresiones más graves fue la sufrida por Samuel G. A., de 18 años, al que un grupo de personas apaleó hasta en dos ocasiones a lo largo de la noche. El primer ataque se produjo sobre las 5.30 a las puertas de la sala multiusos del Auditorio de Zaragoza, donde se había trasladado el cotillón de la Sala Oasis, tras el cierre decretado por el Ayuntamiento el pasado 19 de diciembre.


La víctima, que fue asistida de policontusiones por todo el cuerpo, se paró a saludar a una chica a la que conocía. Según consta en la denuncia, en ese momento se les acercó un individuo que le preguntó por qué estaba hablando con la joven y empezó a darle empujones y puñetazos. Samuel G. A. terminó cayéndose al suelo entre unas motos y cuando intentó levantarse, los amigos del agresor se lo impidieron, propinándole patadas por todas partes.


Solo la intervención de un portero del Auditorio, que se llevó a la víctima en brazos, evitó que las consecuencias de la paliza fueran más graves. Sin embargo, cuando el chaval regresaba maltrecho a su casa, a la altura del Paraninfo escuchó que alguien le llamaba por su nombre. Al girarse, comprobó que sus agresores estaban de nuevo tras él. Y en cuestión de unos instantes, volvieron a tirarle al suelo y a patearle.


La plaza de Salamero fue escenario de otra grave agresión a las 7.30, en la que un chaval de 17 años sufrió fractura de tabique nasal. Según la denuncia presentada en los juzgados, el chico caminaba con varios amigos hacia su domicilio cuando se les acercaron un par de jóvenes. Sin apenas tiempo de reacción, la víctima recibió un fuerte cabezazo en el rostro que le produjo una hemorragia y obligó a trasladarlo a un centro hospitalario.


La mayoría de las agresiones denunciadas fueron gratuitas y, como en los dos casos relatados, las víctimas apenas tuvieron tiempo de reaccionar. En sucesos como el del campin de Valdefierro, el desencadenante fue una broma. El ocupante de uno de los bungalós intentó sorprender a sus vecinos, a los que la gracia no les cayó nada bien. Ofendido, el primero reaccionó de forma violenta y terminó atacándoles con un vaso de cristal en el rostro. Según hizo constar después la Policía, esta persona podía estar influenciado por el alcohol y alguna otra sustancia.