ZARAGOZA

El paseo de la ribera del Ebro ya sufre deterioros 4 meses después de su estreno

La recepción de las obras por parte del Ayuntamiento de Zaragoza todavía está pendiente.

Hierbas sin cortar, juegos infantiles cerrados, césped en mal estado, matojos... Y la lista suma y sigue. El paseo de las riberas del Ebro ya sufre evidentes deterioros cuatro meses después de su inauguración con la Exposición Internacional de 2008.


En estos momentos, es la sociedad Expoagua y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) las que están asumiendo el cuidado de estos parques, que integran más de 1,6 millones de metros cuadrados (solo el parque del agua tiene 1,2 millones). Pero las críticas ciudadanas por su estado aumentan.


Uno de los tramos del paseo de las riberas, en Echegaray y Caballero, que más malestar está generando es el situado a la altura del barrio de Las Fuentes. Los juegos infantiles, que ya tienen mobiliario y suelo de goma, nunca se han abierto y hay unas vallas que limitan el paso. Así, ningún niño puede acceder.


El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Gimeno, explicó que la recepción por parte del consistorio se ha retrasado por cuestiones "técnicas" (en estos momentos se están redactando los informes).


De hecho, el edil especificó que se está en contacto con Expoagua para terminar de cerrar en breve el traspaso de poderes del paseo y del parque metropolitano del agua "Luis Buñuel", y recalcó que, antes de que la sociedad post expo se haga cargo de estas zonas, existe un compromiso de subsanar cualquier desperfecto que pudiera haber.


Por su parte, el director general de Operaciones de Expoagua, Jerónimo Blasco, concretó que el traspaso del nuevo parque metropolitano se hará efectiva en marzo, coincidiendo con la extinción de la actual Expoagua.


No obstante, apuntó que alguno de los servicios de mantenimiento del parque se alargarán más tiempo, porque así se pactó en su día con las empresas. Incluso la sociedad pública acaba de mejorar el parque infantil situado junto al Teatro Arbolé, donde se han vegetalizado unos 3.500 metros cuadrados que hasta ahora eran una campa de tierra y gravas.