ZARAGOZA

La FABZ aplaude el acuerdo de traslado del mercadillo y pide al rastro un cambio en la filosofía de venta

Para la Federación de Barrios, el lugar "permitirá que los vendedores estén en mejores condiciones ya que la previsión es que se mantenga en el tiempo la nueva ubicación". Sin embargo, les pide un cambio en el modo de vender: "Tienen que implicarse más para ganar en calidad del servicio que prestan".

El presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), Miguel Ángel Mallén, aplaudió el acuerdo alcanzado entre vendedores ambulantes y el Ayuntamiento de Zaragoza para el traslado definitivo del mercadillo al aparcamiento sur de la Expo 2008, en el barrio de La Almozara, a partir del 5 de octubre o como muy tarde después de

 

Mallén indicó que "nos parece bien" ese nuevo espacio porque "permitirá que los vendedores estén en mejores condiciones ya que la previsión es que se mantenga en el tiempo la nueva ubicación". Otra de las ventajas del aparcamiento sur de la Expo es que es una zona "con los acceso de comunicación garantizados", además de que se mejorará la zona de venta con la instalación de aseos y oficinas que "dignificarán" el trabajo de los vendedores y la atención a los clientes.


Por otro lado, Mallén reivindicó formar parte de la comisión técnica que analizará el diseño y funcionalidad del mercadillo al argumentar que "como colectivo vecinal tenemos que expresar nuestra opinión", pero lamentó que a pesar de solicitar su participación "ni el Ayuntamiento, ni los vendedores ambulantes nos ha reclamado".

Cambio de filosofía


Mallén instó a "cambiar la filosofía de venta" a los propietarios de los puestos del rastro que se instala los domingos en las inmediaciones de la plaza de toros. A su parecer, estos vendedores ambulantes "tienen que implicarse más para ganar en calidad del servicio que prestan".


Tras mantener reuniones con este colectivo, Mallén detectó que están receptivos, pero incidió en que "son ellos los que tienen que tomar la decisión de modernizarse y dar una mejor imagen". En este sentido, señaló que "tienen que comprometerse con el mantenimiento y la limpieza de sus equipamientos".

 

Largas negociaciones

 

Después de dos años de negociaciones y polémica, el Ayuntamiento de Zaragoza y los vendedores del mercadillo del Príncipe Felipe rubricaron ayer el acuerdo de traslado al aparcamiento sur de la Expo, en el barrio de La Almozara. Los comerciantes estrenarán la ubicación el 5 de octubre, siempre y cuando el consistorio logre adecentar antes de esa fecha la zona. Si no, se pospondría la mudanza hasta después de las fiestas del Pilar, es decir, hasta el 15 de octubre.


Además, en los próximos días está previsto que se cierre el acuerdo con los titulares de los puestos del rastro de la plaza de toros para que también se vayan al nuevo emplazamiento. Pese a la unificación, los dos mercados, que suman 623 licencias, estarán en zonas diferenciadas, ya que su oferta comercial es distinta.


Para lograr la firma de los comerciantes de San José, que apoyan de forma unánime el acuerdo pese a los reparos expresados durante los últimos días, el Ayuntamiento tendrá que acometer una serie de obras en el estacionamiento, como el asfaltado y la colocación de aseos y un quiosco-bar, procedentes de la Expo. También instalará un módulo de oficinas de 112 metros cuadrados y se ejecutarán las obras de saneamiento y abastecimiento de agua.


Asimismo, está previsto reforzar las líneas de transporte urbano. La principal novedad es la unión de las líneas 142 y 129 de autobús urbano para conectar de este modo el Actur (Valle de Broto) con la estación de Delicias, los hospitales Clínico y Miguel Servet y la plaza de San Francisco. Tendrá una frecuencia de paso de ocho minutos. Si no diese tiempo a ponerla en servicio antes del 5 de octubre, una lanzadera enlazaría el rastro con el entorno del paseo de la Independencia los días de mercado.


También se reforzará la línea 34, que llega hasta la avenida de Francia y que dispone de autobuses articulados. La limpieza y la difusión del nuevo emplazamiento correrán a cargo del Consistorio, que garantiza la presencia de Policía Local y la ordenación de los puestos.


El Ayuntamiento y los comerciantes han dejado para una segunda fase la posibilidad de ir a un modelo de mercado con infraestructuras más estables. Se creará una comisión que estudiará las opciones, que en cualquier caso requerirían la participación económica de los vendedores.