BALANCE FINAL

Lo mejor y lo peor de la muestra

A seis días del fin de la Expo, más de 500 lectores han dejado sus comentarios sobre lo mejor y lo peor de la muestra en HERALDO.es. Lo mejor: Los voluntarios, las infraestructuras, y el pabellón de Aragón. Lo peor, sin duda, las filas.

Será porque es el pabellón de la comunidad, porque las filas no son excesivas, o porque exhibe el audiovisual de uno de los directores españoles más importantes, pero el pabellón aragonés es de lo más destacado por nuestros lectores. “Nosotros tenemos pase de temporada y hemos venido treinta y tantas veces. Pero lo que más nos gusta es el pabellón de Aragón, y sobre todo, el audiovisual de Saura. Sería el número uno de nuestro ranquin”, indican Nieves Marín y Juan Carlos Iritia que acudieron al recinto junto a su hijo Jorge de veinte meses.


Le siguen a la zaga el pabellón español con su elaborada exposición, digna de un museo de la ciencia, y los ya de sobra afamados Kuwait, Japón y Alemania con sus largas filas. Sin embargo, muchos lectores afirman que ninguno de estos espacios merecen tantas horas de espera como las que se están registrando: Hasta cuatro horas en Kuwait para ver un audiovisual en 4D. Pablo y Marta han decidido no hacer filas: “Solo hemos entrado a los pabellones que no tenían colas, pero por eso igual hemos visto los que menos contenidos tenían”, indica esta pareja de zaragozanos.


En lo que casi todos los lectores coinciden es en que una de las mejores cosas de la Expo es la arquitectura de los edificios, así como las infraestructuras que se han creado para su celebración y que han dado un lavado de cara a la ciudad. La pasarela Manterola, el nuevo aeropuerto, y los accesos, son algunos de los más mencionados.


Así mismo, la amabilidad de los voluntarios y trabajadores ha sido un detalle muy importante para los lectores en sus visitas al recinto. La gran mayoría alaba la labor de estos profesionales y sacrificados ciudadanos que pasan largas jornadas al sol dando indicaciones a los visitantes.


Lo peor


Aunque también hay lugar para las críticas. Muchas de ellas con una base fundada. El tema de los fast-pass se lleva las mayores quejas. Las largas filas para conseguir un pase; lo temprano que se terminan, algunos de ellos al las pocas horas de abrir; y el escaso número de terminales, son lo más mencionado en nuestra página web. Los aragoneses Enrique Castillo, Juanma Navarro, Rosa Cid y Marta Larrosa tienen pase nocturno, y con él solo pueden conseguir fast-pass para ver el Acuario al día siguiente. “El pase rápido está mal pensado, debería poder cogerse desde los cajeros automáticos, porque es absurdo hacer una fila para ahorrarte otra”, indican estos cuatro amigos.


El abuso que llevan a cabo algunas personas con las entradas de minusválidos y sillas de ruedas es otro de los grandes temas que enfadan a los visitantes. Muchas familias aprovechan que la abuela tiene que ir en silla de ruedas al recinto para pasar hasta diez miembros del clan sin hacer la fila. Y que casualidad que esto suele ocurrir en los pabellones con más afluencia de público, provocando el consiguiente enfado de los que esperan pacientemente su turno.


Otra de las protestas más repetidas entre los internautas es el poco contenido de algunos pabellones. Son los llamados "pabellones secos", que se dedican simplemente a vender su país y sus productos más característicos. Las zaragozanas Carmen Campos y Consolación Paricio están de acuerdo en que la Expo es demasiado FITUR: “En general nos ha gustado la visita, pero es un poco feria de venta de países, especialmente los árabes”.


La restauración es otro tema conflictivo entre los visitantes. La mayoría coincide en que hay mucha variedad, pero los precios son excesivos. “O te vas a uno muy caro y comes bien, o tienes los de comida rápida que son una birria. Pero no tienes algo intermedio”, explica Juan Carlos Iritia. El restaurante de las comunidades es lo que más se acerca a esta definición, pero las filas para poder comer allí también son de aupa.


Y aunque las largas filas y el calor ha sido lo más repetido en los comentarios de la página web, son dos variables imposibles de controlar, y difíciles de manejar que han hecho estragos en el ánimo de muchos visitantes.