Ven y cuéntalo

Más de 10.000 cilindros de metacrilato que cuelgan del techo del pabellón de Euskadi simulan la famosa lluvia de esta región, el chirimiri. Aunque también representan el mar cuando sobre ellos se proyecta el efecto de una ola. La visita resulta muy agradable al tratarse de un espacio abierto, y en el que entra la luz natural.

El hilo conductor del pabellón es el ciclo del agua, por ello, en las paredes están reflejados los ríos de la comunidad como si desembocarán en el mar, o en el techo en este caso. Precisamente del techo cuelgan varios paraguas que aparentemente sirven para protegerse de la lluvia, pero que una vez debajo de ellos, tienen más funciones. La tela del paraguas sirve como pantalla en la que se proyectan vídeos de la región, y gracias a un botón situado en el mango, se pueden seleccionar los contenidos que se quieren ver, relacionados con el desarrollo sostenible y el agua.

Pero lo que más llama la atención a los visitantes, son las pequeñas mirrillas que se abren en las paredes. Estas pequeñas ventanas al paisaje vasco, ofrecen la posibilidad de fotografiarse con el fondo que cada uno decida. Así, tras seleccionar primero el país y región de procedencia, podrá plasmar su instantánea en un idílico reducto. Tras aceptar, la foto sale impresa a través de una abertura en la misma pared. Así, los visitantes guardan un recuerdo de su paso virtual con Euskadi. “Esto es lo que más le gusta a la gente del pabellón”, explica una de las azafatas. La fotografía, además, tiene un código gracias al cual luego puede verse en la página web www.euskadiexpozaragoza2008.com.

Después de hacerse la foto, esta aparece localizada en un mapamundi gigante que se sitúa en la pared izquierda del espacio. Allí pueden verse las fotos de todos aquellos que ya han dejado su imagen en el pabellón.