Un vuelo de la compañía Air Europa que debía despegar a las 20.25 de ayer desde la capital aragonesa a Tenerife se vio obligado a retrasar su salida a causa de un pájaro que había sido succionado por la turbina de un motor en el viaje anterior, entre Lanzarote y Zaragoza. El incidente no causó alarma entre el pasaje de este último vuelo, ya que ni siquiera se llegó a enterar de lo ocurrido y el avión aterrizó con normalidad. Sin embargo, sí que sembró cierto temor entre los 170 pasajeros que debían tomar el siguiente, al conocer lo sucedido.

La tripulación del avión, un Boeing 737 de Air Europa, detectó poco antes de llegar al aeropuerto de Zaragoza que un pájaro había chocado con el avión y había sido succionado por la turbina de uno de los motores.

Esto no fue impedimento para que la aeronave aterrizase sin problemas y los pasajeros no llegaron a notar nada extraño, según fuentes del aeropuerto. Al tomar tierra, la compañía activó el protocolo habitual en este tipo de incidencias y decidió enviar a sus técnicos en un avión posicional (sin pasajeros) desde Barcelona, según explicaron fuentes aeroportuarias.

Esta aeronave estaba previsto que llegara poco antes de las 22.00 y que la salida del vuelo hacia Lanzarote se demorase hasta las 1.30. Sin embargo, el pasaje fue embarcado a las 22.00 en el nuevo avión y los pasajeros partieron sin incidencias, aunque con cerca de dos horas de retraso y algo de preocupación.

Durante el tiempo que permanecieron esperando, Air Europa les facilitó vales para que pudieran cenar en la cafetería del aeropuerto.