LA EXPO A FONDO

En busca del tesoro

Como valientes corsarios en busca del preciado cofre de monedas de oro, muchos visitantes de la Expo se lanzan a por el objeto más deseado. ¿Todavía faltan dos semanas para que se clausure la muestra y ya no quedan peluches de Fluvi en las tiendas¿, dice Roberto, uno de los trabajadores. ¿Todo lo que tiene que ver con Fluvi es un éxito¿, explica Taira, trabajadora de una de las tiendas oficiales.

Beatriz C. Chóliz (HERALDO.es)

Está claro que Fluvi se lleva la palma de los objetos más codiciados en las tiendas, pero lo que más se vende, sin duda son las postales con los edificios emblemáticos de la ciudad. Y en segundo lugar, los famosos pasaportes, que sellan en cada pabellón y que son la delicia de los más pequeños y de algunos mayores.


En esta Expo del agua, hay quien colecciona sellos en los pasaportes y hay quien prefiere los pines. Sí, esas pequeñas chapitas con forma de botón que los trabajadores de la Expo lucen en sus acreditaciones. Es verdad que entre los coleccionistas de estos objetos, las Exposiciones Universales e Internacionales son un filón. “Algunos de estos recuerdos pueden llegar a alcanzar un valor de 300 euros”, explica uno de los amantes de la colección.


De todos los pines que han puesto en circulación los distintos países, instituciones y organismos participantes, hay uno que alcanzará una gran cifra en las subastas posteriores a la muestra. Se trata de un pin del Pabellón de Japón del que solo salieron a la luz diez unidades. Esta afición no es tan popular en España como en otros lugares del mundo. El país del sol naciente posee un buen número de coleccionistas de estos pequeños objetos entre sus ciudadanos. Claro, que no hay nada tan vistoso como el faraón egipcio con su buen montón de banderitas y logotipos, no se lo pierdan.


Pero no todo se reduce a pines. En la muestra hay pabellones que siempre tienen largas filas en sus puertas y, en muchas ocasiones, la gente no solo espera un buen rato para ver su contenido temático sino que lo hacen por otros atractivos. Los bolígrafos que lanzan burbujas del Pabellón de Canarias o las gafas que ofrece la Comunidad Valenciana son un éxito seguro, sobre todo entre los pequeños.