"¿Me llamaban? Ya estoy aquí"

Tanto tiempo nombrándole... y aquí se ha presentado. El cambio climático está en el Faro, encantado de todo el cemento que se ha echado en Ranillas y esperando a secar el Ebro. "Que elija cada uno su forma de morir... que total, conmigo aquí, son cuatro días".

¿Quién es usted? No le conozco...

Soy el cambio climático... qué maravilla, ¿eh? Tanto tiempo llamándome ¡ya ya estoy aquí! Con mi pequeña bola mágica. Aquí, las causas y, más allá, los efectos. Terremotos en Suramérica... ¡adjudicados! Media África inundada... en muy poco tiempo. Gracias por todas las llamadas que me están haciendo.

¿Qué le parece la Expo?

¡Un invento extraordinario! Con este invento, de aquí a un tiempo, si conseguimos llenar todo esto con más cemento, lo dejaremos totalmente seco.

Pero de momento está bonito

¡Oh, ya me encargaré yo de dejarlo completamente seco! ¿Ven el Ebro al fondo? Dentro de un tiempo no lo verán. De eso me encargo yo... ¡maravilloso!

¿Qué le parecen los visitantes del Faro?

¡Es una gente muy agradable! Enseguida se interesan por uno mismo. Cierto es que cuando les digo que soy el cambio climático, les da un poquito de respeto. Es normal, contradicciones que tenemos. No paran de llamarme... ¡y luego no quieren ni verme!

¿Y los que deciden pasar del Faro y se van a hacer dos horas de fila al pabellón de Alemania?

¡Unos insensatos, jajajaja! Pero cada uno elije su mejor manera de morir. Para cuatro días que nos quedan... ¡disfrútenlos! Hay quien quiere morir de pie haciendo cola y otros prefieren disfrutar del Faro, con frescor interior.