Escondido detrás de Mónaco se abre el pabellón de la isla mediterránea en colores azules que representan el mar. De hecho, la idea del espacio es hacer sentir al visitante como si estuviera bajo la superficie de un acuario. Para ello, las paredes se han diseñado con formas sinuosas que imitan a las olas.

El espacio se divide en tres zonas según los contenidos de cada una de ellas, ya que todo se distribuye en una única sala semicircular. La primera parte está dedicada a la relación del país con España, y en ella se puede experimentar la última tecnología en 3D desarrollada en la propia isla. Gracias a unos pulsadores similares a una bola de ratón conectados a una televisión se puede ir rotando la vista de las imágenes que se presentan. Este sistema fue creado inicialmente para uso militar, pero ya se ha extendido porque resulta muy claro y divertido para los usuarios. Además, para luchar contra los problemas de agua, llevan desalándola desde 1881, siendo probablemente uno de los pioneros en esta técnica. Actualmente desalan 54.000 metros cúbicos al día.

En el centro de la sala destaca una pantalla gigante sobre la que se proyectan imágenes que cuentan la historia del país y de la lucha por los recursos hídricos que llevan a cabo. Ya que Malta es una región en la que siempre han tenido problemas de abastecimiento de agua. De hecho, los templos megalíticos del país, que son inclusos anteriores a las Pirámides, se construían cerca de recursos hídricos para pedir agua a los dioses.

La última zona está ocupada con pantallas informativas sobre la economía, el turismo y los servicios de Malta. Uno de las razones fundamentales de la presencia del país en la Expo era estrechar los lazos económicos con Aragón. Por ello se han creado una serie de iniciativas para poner en contacto a los empresarios de ambos países y desarrollar proyectos juntos. Uno de los relaciones ya se ha creado satisfactoriamente entre Aragón y el pueblo cincovillés de Castiliscar, que perteneció a la Orden de San Juan.

No olvide la ventaja de que en Malta todo el mundo habla inglés ya que hasta 1979 fue colonia británica, así que el idioma no es problema para volar a la isla.