PABELLONES

Miles de años de historia marina en una vasija

La pequeña isla mediterránea de Chipre está presente en la Expo con un pabellón que guarda algunos tesoros con más de 3.000 años de antigüedad, y en el que también presentan sus problemas con el abastecimiento de agua, como es la sequía.

El pabellón está dividido en tres zonas: en la primera de ellas se muestran antigüedades procedentes del museo de Nicosia, como la cabeza de Afrodita, diosa que supuestamente nació en la isla. La segunda zona es una gran pantalla semicircular en la que se proyectan imágenes de la vida en la isla, y la última área está dedicada a unas pantallas táctiles con información del país.


Las obras de arte y arqueológicas que alberga el pabellón son el principal reclamo, y todas ellas están relacionadas de un modo u otro con el mar. Destaca una vasija del período geométrico decorada con peces dibujados con líneas rectas ya que todavía no existía la perspectiva. También se puede ver una figura del dios del amor, Eros, que era hijo de la anteriormente mencionada Afrodita. Aquí aparece dormido sobre una concha sujeta por dos delfines. La relación del país con el mar viene de muchos siglos atrás, tal y como demuestra un barco de arcilla con tripulación que data del año 1.700 a.c. En aquella época, los chipriotas no veían el mar como una frontera, sino que salían de la isla para impulsar el comercio marítimo.


En la pared puede observarse un mapa con todas las infraestructuras que se han construido en la isla para aprovechar al máximo el agua que poseen. Chipre, como tantos otros países mediterráneos, sufre de los devastadores efectos de la sequía. Aun así, la isla cuenta con la mayor proporción de número de presas por habitante del mundo.


La pantalla circular que preside el pabellón proyecta un vídeo en el que pueden verse desde los paisajes típicos del país, las tradiciones y costumbres, hasta la relación de Chipre con el agua a lo largo de los años, y los tratamientos a los que la someten para su posterior consumo.


Pero nadie se quedará con dudas del país, ya que antes de despedirse, hay unos ordenadores con pantalla táctil en los que se pueden ver videos e informaciones sobre diversas materias: sol y playa, agua, medio ambiente, cultura, mapas, y comida y bebida en Chipre son las áreas de interés. “La gente se detiene sobre todo con los videos de gastronomía. Es algo que nos llama la atención. Por lo visto, en España la comida es muy importante”, explica Andreas Makridis, asistente del pabellón.


Tampoco pasa desapercibida para ningún visitante la fuente cilíndrica situada en el centro del pabellón, ya que cambia de color cada pocos segundos. Representa el ciclo del agua ya que consume siempre la misma que se va reciclando, ahorrando así recursos.


Como curiosidad, cabe destacar que los solícitos trabajadores del pabellón escriben, si el visitante lo desea, su nombre en griego en sus pasaportes. Costumbre que han adoptado después otros espacios expositivos de la muestra.