EXPO 2008

Un auténtico espectáculo

El 'show' que ofrece el pabellón vietnamita se ha convertido en un referente en las jornadas de la Expo. Música y bailes tradicionales al ritmo de instrumentos que parecen sacados de un cuento entretienen a decenas de personas cada día. Vaya con tiempo para poder coger sitio.

Un galeón español del siglo XII llama la atención en la puerta del pabellón vietnamita. Es una maqueta de los barcos españoles que hacían la ruta del Pacífico para comerciar. Una vez dentro, imágenes panorámicas de la bahía Halong, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reciben al turista. Según explica el director del pabellón, Nguyen Minh Tien, “el objetivo es que los visitantes que entran sientan que se han trasladado en el tiempo y la distancia”.


Un estanque con decenas de flores de loto decoran el centro de la estancia. Esta flor, muy relacionada con el budismo, es muy popular en la cultura vietnamita y está presente en todas las casas. El budismo es la religión mayoritaria y su filosofía ha penetrado en la vida de los ciudadanos. Mientras que a los lados se exponen una serie de elementos típicos del país relacionados con el agua. Principalmente son cerámicas de diferentes tamaños: tinajas, pequeños vasos... Todas relacionadas con el agua.


El principal atractivo de este espacio, es el show musical que se representa cuatro veces al día en pases a las 11, 13, 17 y 19 horas de treinta minutos de duración. El espectáculo congrega a decenas de personas para escuchar los cantos y canciones populares del país. Tocan principalmente folclore, pero también hay cabida para el antiguo himno del país cuando todavía era una monarquía, nuevas composiciones, o música instrumental.


En el escenario se congregan hasta once personas: cinco bailarinas y seis músicos, dos hombres y cuatro mujeres. Ngo Hong Quang es uno de los artistas y se dedica a la enseñanza en la Academia Nacional de Música de su país. “En el escenario se llegan a tocar ocho instrumentos, yo toco cinco de ellos. Cada día innovamos algo, hacemos alguna variación porque hay mucha gente que viene varios días a vernos”, explica Quang.


Durante el show, también se realiza un espectáculo con marionetas en el agua del estanque que se comenzó a hacer en el siglo XII en el río Rojo que atraviesa China y Vietnam. Los artistas llevan las ropas tradicionales de seda de Vietnam. El Aó Phe es el vestido típico de los hombres, mientras que el de las mujeres se llama Ao Dai que significa traje largo hasta los pies. Detrás de los músicos se puede distinguir una figura dorada que representa a la diosa de la misericordia budista, con varios brazos extendidos.


Gracias a este espectáculo, el pequeño espacio de Vietnam en la Expo “se ha convertido en uno de los pabellones más visitados, con cerca de 7.000 visitantes al día entre semana y pasando los 10.000 los sábados y domingos”, explica el responsable del pabellón.


Vaya con antelación para tener sitio durante el espectáculo.