ZARAGOZA

Pandilleros latinos apalean a un joven que salió en defensa de otro

La víctima, a la que rompieron el fémur a pisotones, identificó a sus agresores como Dominicans Don't Play

Los pandilleros de la banda latina Dominicans Don't Play (DDP) continúan haciendo de las suyas en la ciudad de Zaragoza. La última que ha trascendido es una doble agresión que se produjo el pasado 20 de abril en la avenida de Goya y que se saldó con dos víctimas, una con la mandíbula y los dientes rotos y otra, que no conocía de nada a la anterior pero que salió en su defensa al ver la paliza que le estaban dando, recibió tales golpes que le rompieron el fémur y le causaron policontusiones por todo el cuerpo, así como cortes en la cara.


El suceso se produjo sobre las 3.30 del domingo 20 de abril. Óscar J. G. E., de 31 años, caminaba junto con un grupo de amigos por la avenida de Goya y, a la altura del instituto del mismo nombre, oyó los gritos de un chico que pedía auxilio mientras tres individuos le pateaban cuando estaba indefenso en el suelo.


"Lo estaban machacando y me acerqué para decirles que pararan y lo dejaran en paz. Eran tres y pensé que si se volvían contra mí podría con ellos", explica. Según consta en su declaración ante la Policía, uno de ellos se encaró con él y le dijo: "Aparta del medio, mierda blanca", y comenzó a pegarle con un cinturón de hebilla grande hasta que le cogió la mano y detuvo los golpes. Los otros dos se mantenían a la expectativa, pero todo cambió cuando aparecieron unos quince o veinte jóvenes más, y empezaron a agredirle hasta que cayó al suelo. Óscar recibió golpes con pies, manos y con un cinturón con una hebilla de grandes dimensiones que se le quedó totalmente marcada en la espalda y le causó 74 cortes en la cara. También saltaron sobre su cuerpo y así le fracturaron el fémur de la pierna izquierda.


La agresión terminó cuando una chica a la que Óscar J. G. no conocía de nada se tiró encima de él para que dejaran de golpearle. Sus amigos, que no intervinieron en la pelea, fueron quienes avisaron a la Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar no pudieron ni moverlo y tuvieron que llamar a una ambulancia para que lo trasladara al Servet, donde estuvo ingresado durante 16 días.


"Los médicos querían mandarme a casa antes, pero estoy solo, mi madre está en Brasil, mi hermano vive en Ciudad Real y yo no podía moverme ni para beber un vaso de agua", explica. De hecho, Óscar va en silla de ruedas hasta que se recupere de la fractura. La semana que viene puede que comience la rehabilitación, algo que no le quería facilitar el hospital, según denuncia. Tampoco le han dejado la silla y la ha tenido que alquilar, igual que una cama movible y un colchón. Óscar J. G. es guardia de seguridad y la agresión le cogió de baja laboral.


Respecto a los autores de la paliza, afirma que eran "niñatos" de entre 18 y 22 años, de origen latino y, en concreto, dos de los que inicialmente estaban agrediendo al otro chico eran de raza negra y el tercero, mulato.


"Sé que son miembros de la banda de los Dominicans Don't Play porque van a un bar de Moncasi, cercano a los que yo frecuento y los conozco. Se lo dije a la Policía. Me enseñaron fotos y reconocí a uno de ellos. Sabían que eran de una banda y desde el principio quise hablar con los agentes del grupo de delincuencia organizada", explica.


Respecto al chico al que defendió, cuenta que tiene la mandíbula y varios dientes rotos, además de golpes por todo el cuerpo. "Iba con su novia y lo asaltaron para robarle. Después de quitarle lo que llevaba, lo apalearon y, a pesar de que cayó al suelo, siguieron dándole. Uno de los agresores llevaba una botella y no hacía más que darle botellazos.


"Cada vez que viene a verme se pone a llorar porque cree que si no llego a intervenir, estaría muerto. Son una cuadrilla de cobardes que solo saben atacar en grupo", subraya.