EXPO 2008

Más de 2.400 personas trabajarán cada día en el gigantesco subterráneo durante la Expo

En esta ciudad de servicios de nueve hectáreas, que abrirá las 24 horas, operan ya unos 700 técnicos. Un paseo central, tan largo como Independencia, une oficinas, almacenes y camerinos.

Más de 2.400 personas trabajarán a diario en el gigantesco subterráneo durante los tres meses de la Expo, que estará abierto las 24 horas para garantizar que todo funcione a la perfección en el recinto de Ranillas. El Área de Servicios Interna (ASI), como se denomina a esta ciudad en miniatura, ocupa 93.000 metros cuadrados y empezó a ser colonizada el 17 de marzo por el personal de Operaciones, la dirección general encargada de la explotación de las instalaciones. Solo en su acondicionamiento, ejecutado en tres fases y que se encuentra pendiente de los remates, se han invertido 19,1 millones de euros.


Su superficie, equiparable a nueve campos de fútbol unidos, da cabida a oficinas, camerinos para los artistas, un comedor privado para la plantilla, el puesto médico central, la flota de vehículos de Expogua, el centro de control de todas las instalaciones y una área logística para los participantes, con almacenes y plazas de aparcamiento incluidos.


El jefe de Logística de Expoagua, José Luis Vicente, indicó que en cada turno trabajarán en torno a 800 personas, que unidas a las que hagan suplencias y "correturnos" hará que por el ASI lleguen a pasar unas 3.000 personas. Todo el trabajo quedará a la sombra, dado que solo podrá acceder el personal acreditado. La única zona abierta al público, a diferencia del resto, es la fachada del frente fluvial que se ha reservado para los restaurantes de concesión. Solo falta amueblarlos.


Un gran paseo central, de 450 metros y que iguala en longitud al paseo de la Independencia, une todas las dependencias. Sus paredes se han pintado en una escala de colores que va del amarillo (zona este, cerca del pabellón de Aragón) hasta el azul (al oeste, junto al Palacio de Congresos). Es el único espacio que cuenta con luz natural, que entra por los nueves lucernarios abiertos al paseo central de los pabellones. En cada uno habrá, en unas semanas, vegetación tematizada en función del área del planeta representada en los edificios comunitarios de países de la planta superior.


Los trabajadores cuentan junto a este paseo, de quince metros de anchura, con espacios de descanso con máquinas de bebida y comida. "El mobiliario urbano está acopiado y la semana que viene lo montaremos", dijo Vicente.


El área de oficinas se concentra en dos salas comunes de 800 metros cuadrados, a las que se suma una veintena de despachos pequeños para distintas unidades operativas. Aquí trabajan la mayoría de las 700 personas, que dispondrán de aire acondicionado a mediados de mes. Como este cajón de hormigón estaba aún fresco, hasta ahora solo se había suministrado calor.


El jefe de Logística indicó que junto al circuito viario del Área de Servicios se han habilitado 507 plazas de aparcamientos, 412 de las cuales están reservadas, con sus respectivas placas identificativas, a los 140 participantes. El resto se dedican a la flota de la Expo, a la Policía y al propio servicio interno de seguridad. También hay 108 plazas para carga y descarga que darán servicio a los almacenes, cuya superficie oscila entre 40 y 300 metros cuadrados y que países y comunidades autónomas podrán alquilar.


Uno de los servicios que más espacio ocupa es el Centro de Apoyo a Espectáculos, con cerca de 9.000 metros. Su responsable, Begoña Asín, apuntó que tendrá "vida propia" con sus 47 camerinos simples, dobles y para grupos, 14 almacenes, 13 despachos y 2 salas de calentamiento. "Tiene incluso lavandería con once lavadoras, siete secadoras y ocho planchas industriales", detalló.