ZARAGOZA

Juzgan a la pareja que robó, mató y enterró a un vecino de Montañana

El fiscal acusa al hombre del homicidio, ocurrido en 2006, y le pide 18 años de cárcel.

Francisco Javier Marqueta, de 40 años, será juzgado el próximo 26 de mayo por el homicidio de Javier Belloc Montañés, un vecino de Montañana que estuvo durante tres meses en paradero desconocido hasta que su cadáver fue encontrado en julio de 2007 enterrado en una finca abandonada situada al pie de la carretera de Madrid, en el barrio de Valdefierro.


Junto a él se sentará su compañera sentimental, Rosa María Melero, de 34, dedicada a la prostitución y que fue quien contactó con la víctima para mantener relaciones sexuales.


El fiscal pide para Francisco Javier Marqueta 18 años de prisión -14 por el homicidio y cuatro por un delito de robo con violencia-, mientras que para la mujer solicita cuatro años de cárcel por este último delito y nueve meses por una tentativa de robo con fuerza. La acusación particular, representada por Dámaso Pina en nombre de la familia de la víctima, eleva las penas a 20 y 6 años, respectivamente. Las defensas, por su parte, ejercidas por Javier Notivoli y Carmen Sancho, niegan que los hechos sucedieran tal y como describen las acusaciones y piden la absolución.


Francisco Javier Belloc desapareció de su casa de Montañana el 29 de abril. Su familia denunció su desaparición y lo estuvo buscando por distintos puntos de la ciudad. Aunque no perdieron la esperanza de hallarlo con vida, conforme transcurría el tiempo se temían lo peor. En julio, después de que un testigo protegido contara a la Policía que Rosa María Melero estaba relacionada con el caso, procedieron a su detención, así como a la de su compañero y a la exhumación del cadáver.


Posteriormente se supo que en la madrugada del 30 de abril, Javier Belloc contrató los servicios sexuales de Rosa María Melero, que ejercía la prostitución en el entorno de la calle de Madre Rafols. Ambos acordaron un precio y decidieron ir en taxi al una casa abandonada junto al Alcampo de Valdefierro, donde la mujer y su pareja vivían como ocupas. Al llegar, el hombre la abrazó y en ese momento el acusado bajó del piso superior y empezó a golpear a la víctima con una herramienta en la cara. Ella, mientras, aprovechó para robarle la cartera.


Tras la agresión, la víctima se encaminó de nuevo hacia la carretera de Madrid, mientras llamaba por el móvil a la Policía y decía que le habían dado una paliza y le habían robado. Sin embargo, las indicaciones del lugar no fueron los suficientemente precisas y los agentes nunca llegaron al lugar. Esta fue la última comunicación de Javier Belloc con vida.


Cuando los acusados escucharon que estaba hablando con la Policía, lo cogieron de nuevo y Marqueta le volvió a golpear en la cabeza con el mango de una sierra metálica de podar y le causó la muerte inmediata por shock traumático. Después, le quitaron el móvil y el reloj. El acusado, tras despojarle de toda la ropa salvo los calzoncillos y los calcetines, puso el cuerpo en una carretilla y lo llevó a unos 50 metros del chalé, donde lo enterró.


Durante el tiempo que permaneció allí, la mujer intentó sacar dinero con su tarjeta, aunque no lo consiguió al no haber fondos. Lo que sí que usó la pareja fue el teléfono móvil de la víctima. Tanto el reloj como el teléfono fueron hallados en su poder.