ZARAGOZA

Los autobuses regulares han perdido el 20% de los viajeros en el primer año en la estación

La reducción de pasajeros en las poblaciones más próximas ha sido de hasta el 50%

Las líneas regulares de autobuses han perdido de media el 20% de los viajeros. Hoy justamente se cumple un año del estreno de la nueva terminal y desde el primer momento los resultados han sido negativos. Aunque los empresarios esperaban recuperarse en tres meses, sus expectativas no se cumplieron. En algunas localidades próximas a Zaragoza, como Leciñena, han dejado de utilizar el servicio hasta el 50% de los usuarios.


Cada día menos pasajeros utilizan el autobús, especialmente en los recorridos más cortos. Los empresarios lo achacan a la ubicación de la estación fuera del centro, que desde el primer momento se destacó como un inconveniente. Para algunos como José Miguel Hernández, de Therpasa, que efectúa las líneas de Sariñena y Soria, los resultados demuestran que muchos viajeros han dejado de utilizar el servicio desde que no para en el centro. "Perdemos muchos más viajeros de salida de Zaragoza que de llegada, puesto que para bajarse aprovechan las paradas intermedias, pero para subirse tienen que acudir a la estación", apunta Hernández. En su caso, en localidades como Perdiguera o Leciñena han dejado de transportar a la mitad de los viajeros de regreso, mientras que para llegar a Zaragoza las pérdidas son del 27%.


En este mismo sentido se pronunció Carlos Martínez, de Automóviles Zaragoza, empresa adjudicataria de la línea de Calatayud. En su caso, la reducción de viajeros está en torno al 20%, y especialmente de salida. "Vienen en el autobús y la mayoría se bajan en las paradas de la ciudad antes de llegar a la estación, pero los datos demuestran que se van de otra manera", precisa.


Aunque no ha hecho la estimación de la merma económica, asegura que a esta situación se suma el aumento del precio del gasóleo y el canon de mantenimiento de la estación. No obstante, confía en recuperar viajeros en los próximos meses, entre otras cosas porque va a ofertar un viaje directo desde Calatayud para la Expo.


En otras empresas, como Alosa que cubre la línea de Huesca, las pérdidas han sido menores, en torno al 15%. Por su parte, Juan Francisco Jiménez, de las rutas de Logroño, Teruel y Valencia, ha registrado una reducción de la demanda de un 16%, a pesar de que muchos de sus viajeros son de media o larga distancia. En su caso, no solo le preocupa la estación en sí, sino la situación del sector.


Hoy hace un año que comenzaron a operar desde la estación central tres compañías: Cinco Villas, que realiza los viajes a la comarca del mismo nombre, Autobuses Jiménez; y Saitur, de rutas internacionales con Rumanía. Después, cada semana hasta el 19 de junio, se fueron incorporando el resto de las empresas con líneas de más de 50 kilómetros de distancia de Zaragoza. Con esta apertura, se cerró la estación de la calle de Juan Pablo Bonet y sucesivamente las de la calle de Almagro, de General Sueiro, de la avenida de Valencia, de la avenida de Navarra y por último, la de Ágreda, en la puerta del Carmen; y se suprimieron paradas que había en otras calles donde ni siquiera había instalaciones.


Solo por esto, por cerrar todas estas estaciones dispersas por la ciudad y reducir el tráfico de autobuses, el director general de Transportes del Gobierno de Aragón, Simón Casas, ya considera que el balance es satisfactorio. En su opinión, no solo se han centralizado todos los servicios sino que se cuenta con unas instalaciones más modernas que además permiten la intermodalidad con el tren.


No obstante, admite que el entorno ha estado en obras continuamente pero también resalta que se han hecho otras en el interior para adaptar unas instalaciones que no estaban diseñadas inicialmente para el uso final. Por ello, y aunque todavía no hay una fecha, próximamente se pondrán en servicio las escaleras mecánicas centrales que evitan largos desplazamientos por el interior para acceder a otra planta.


En cuanto a las pérdidas de viajeros, Casas indica que habría que valorar si ese porcentaje responde únicamente al traslado de las compañías a la nueva estación o a que los usuarios han escogido otros modos de transporte como el tren.