EXPO 2008

La Expo duplicará los 225 vigilantes que tiene ahora durante los tres meses de la celebración

El déficit de personal en la ciudad hace que muchos vengan de otras comunidades como Andalucía o Galicia

El sector de la seguridad privada aglutina en la capital aragonesa a 2.500 trabajadores, pero no son suficientes para atender la demanda que precisa la Expo. Los sindicatos señalan que hay pleno empleo, por lo que la sociedad pública Expoagua puede tener problemas a la hora de duplicar la plantilla hasta llegar al medio millar de vigilantes. Ahora cuenta con 225 profesionales, pero necesita a otros tantos para garantizar la seguridad en todo el recinto durante los tres meses de la celebración.


Según el responsable de seguridad de la Expo, Juan Vizcaíno, todo este incremento de personal de seguridad privada estaba previsto: "Ahora estamos en la fase pre-crítica y en cuanto empiece la Expo, llegaremos a la crítica y es lógico que haya que aumentar el servicio de seguridad". En su opinión, no habrá ningún problema para contar con el personal necesario. "Lo traeremos de fuera", dijo antes de recalcar que la seguridad de la Expo es "una cuestión de Estado".


Sin embargo, fuentes del sector explicaron que hay varios pabellones de países participantes que "se las están viendo y deseando para conseguir al personal de seguridad que necesitan". Por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos lleva buscando 20 vigilantes varias semanas. Y eso a pesar que la organización de la muestra está pagando entre 600 y 800 euros extras al sueldo fijado por convenio -que marca un salario bruto de 1.050 euros- por hacer turnos de 12 horas.


Empresas de seguridad veteranas en la ciudad confían en que después de la Expo se genere una bolsa de trabajo de 500 vigilantes, que son los que actualmente precisa Zaragoza para atender todas la necesidades: "Lo que sucede actualmente es que unos nos robamos a otros los profesionales porque no hay bastantes". De hecho, la tres empresas homologadas que llevan la seguridad de la muestra (Securitas, Segur Ibérica y Eulen), las tres con la sede principal en Madrid, se han visto ya en la necesitad de importar muchos de los trabajadores que actualmente prestan servicio en la Expo. La mayoría, según fuentes del sector, proceden de Andalucía, Galicia y Asturias y solo un 15% son aragoneses. "Algunos han pedido excedencia en sus propias empresas para trabajar en Ranillas. Aún con todo, no hay personal suficiente. Lo que hacen algunas empresas es ofrecer que la vigilancia la hagan escoltas, pero entonces el precio sube".


Ante un servicio tan demandado como es el de la seguridad privada y con tal escasez de personal, lo que sucede, según los sindicatos, es que hay muchísima rotación: "Antes de la Expo ya había problemas, porque es un trabajo con turnos de noche, festivos y los trabajadores a la mínima que encuentran mejores condiciones, cambian". Además, la formación tienen que hacerla rápidamente.


El propietario de uno de los seis centros homologados de formación en seguridad privada de Zaragoza, Paul Ineva, aseguró que la ciudad no tiene capacidad para atender la demanda pese a que se están dando más cursos que nunca. "Para ser vigilante debes superar un curso de 250 horas, unos dos meses, que se imparten a unos quince alumnos al mismo tiempo", explicó.


Ineva indicó que la demanda de profesionales es "enorme" y que la Expo y las obras asociadas aún ha aumentado más la necesidad. "Sin la muestra ya había problemas porque hay un montón de negocios que demandan vigilantes. Es una de las profesiones más demandas", dijo.


Este instructor en seguridad privada y defensa personal acaba de impartir cuatro cursos y ahora participa en otros dos. "Esto supone que la ciudad contará con otros 90 vigilantes", añadió.