ZARAGOZA

Hallan dentro de un coche el cuerpo de un hombre que llevaba muerto un mes

El vehículo estaba aparcado en la calle junto al Parque Bruil, pero tenía las lunas tintadas.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte de un hombre cuyo cadáver fue hallado ayer en el interior de un vehículo estacionado junto al parque Bruil de Zaragoza. Aunque en principio no se han hallado signos que permitan apuntar a una muerte violenta, el avanzado estado de descomposición del cuerpo obliga a esperar a la autopsia para descartar hipótesis.


Según ha podido saber este periódico, el hombre podría haber fallecido hace aproximadamente un mes. Su coche se encontraba aparcado en la calle de Vicente López Abadía, pero nadie se había percatado durante este tiempo de su presencia. Al parecer, esto se debió a que las lunas del vehículo estaban tintadas e impedían ver el interior.


Los investigadores creen que el fallecido puede ser un vecino de Zaragoza de 45 años, pero no confirmarán su identificación hasta que se cotejen las huellas dactilares o se practiquen pruebas de ADN. Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, se sospecha que puede tratarse de esta persona porque su desaparición se denunció hace justamente un mes, y parece que las características físicas coinciden.


El hallazgo del cuerpo, que se hallaba en el asiento del conductor, se produjo a primera hora de la mañana de ayer. Al recibirse la llamada de auxilio, se movilizó rápidamente a una uvimóvil del Cuerpo de Bomberos, pero los equipos de rescate constataron enseguida que se trataba de un cadáver.


Fallecido dentro de otro coche


El caso del Parque Bruil tiene un precedente bastante próximo en el tiempo. De hecho, hace solo unos meses, la Policía Nacional encontró muerto en el interior de otro turismo a un joven inmigrante de 23 años. El vehículo estaba estacionado en la plaza de Jesús de Zaragoza y no tenía las lunas tintadas, por lo que entonces fueron muchos los viandantes que se percataron de la presencia de una persona en el interior.


Al principio, se pensó que el joven estaba durmiendo, pero resultó que había fallecido. Los amigos explicaron después que durante la madrugada habían estado bebiendo por los bares de la zona, y que en un momento dado este compañero se sintió cansado y decidió marcharse a dormir al coche.


El gran calor recogido en el habitáculo del vehículo, que estaba estacionado al sol, combinado con los vapores del alcohol se convirtieron entonces en una combinación mortal.