Juan Cruz y Mari Carmen Martínez, de la centenaria Churrería Bola de Plata, Ramón Alejandro Balet, de Saica, y el sacerdote Joaquín Pardo son lo mejor del Arrabal en este año 2018. Así lo ha reconocido la asociación de vecinos este domingo, último día de las fiestas de este barrio de Zaragoza, en un emotivo acto que, a la espera de la traca, ha puesto la rúbrica a siete días de celebraciones.

La entrega de premios, que cumplen 18 años y que se convierten en un homenaje al Tío Jorge y a los escopeteros del Rabal que defendieron la ciudad durante Los Sitios, ha comenzado un desfile que, desde la sede de la asociación en la calle Pano y Ruata, ha llevado a la comitiva al ritmo de las jotas del la asociación cultural Royo del Rabal, hasta el paseo de los Escopeteros del parque del Tío Jorge.

En la entrada del pulmón verde del barrio, se ha reconocido como Rabaleros del año a Juan Cruz y a Mari Carmen Martínez, de la Churrería Bola de Plata. La distinción la ha entregado el diputado y líder de Podemos Aragón, Nacho Escartín, que es sobrino de los galardonados.

Mari Carmen, que solo media hora antes de recibir el premio estaba sirviendo churros en su establecimiento de la calle Sobrarbe, estaba emocionada. “Sin vosotros no somos nada”, ha dicho a los vecinos. “Es un gran honor. Nos sentimos el corazón del barrio. Estamos en la calle y nos ve todo el mundo. Es como vivir en el pueblo y salir a coser a la puerta”, ha añadido.

Este año hubo salvas disparadas por la asociación Voluntarios de Aragón, que acudieron vestidos de época, al estilo de los defensores de Zaragoza. Tras el ruido de las escopetas, el acto, en el que participaron la presidenta del distrito, Lola Ranera, y la consejera de Universidad, Pilar Alegría, se ha trasladado hasta la estatua del Tío Jorge. Allí se han concedido los premios Arrabal a Ramón Alejandro Balet y a Joaquín Pardo, un sacerdote del barrio que ha pasado 35 de sus 73 años de misión en Costa de Marfil, Benin y Níger.

De Joaquín Pardo se ha subrayado su humanidad y su labor solidaria. El sacerdote ha recordado su juventud en el barrio y su paso por África, que ha marcado su vida. “Ha sido un enriquecedor poder estar con ellos, con sus lenguas y sus diferentes culturas”, ha dicho.

Ramón Alejandro Balet ha recordado que Saica, que hoy tiene 9.000 empleados, dio sus primeros pasos hace 75 años en el Rabal. También ha citado el respaldo de la compañía a distintas actividades solidarias, educativas y en materia de investigación.

El acto, en el que también ha participado la asociación cultural Mariano Lucas y la asociación cultural Los Sitios, ha tenido su parte reivindicativa. El presidente de la asociación de vecinos, Rafael Tejedor, ha recordado que siguen pendientes las actuaciones del plan director del parque Tío Jorge, la reforma de la calle Matheu, la intervención en la explanada de la estación del Norte o las obras de mantenimiento de las riberas del Ebro.

El acto ha concluido con salvas y jotas y una sorpresa para Tejedor, que ha cumplido este domingo 47 años. Los Voluntarios de Aragón le han obsequiado con el escudo de “Defensor de Zaragoza” y los vecinos le han cantado el cumpleaños feliz.