La huelga del autobús dispara las esperas en las paradas, aunque con menos viajeros afectados

El fin de semana y el horario reducen la incidencia respecto a anteriores movilizaciones. El momento de entrada a La Romareda fue algo más problemático. Este domingo vuelven los paros parciales.

Varios usuarios esperan el autobús en el paseo de Sagasta.
Varios usuarios esperan el autobús en el paseo de Sagasta.
Raquel Labodía

La huelga del autobús urbano de Zaragoza, esa rutina que cada cierto tiempo vuelve a la capital aragonesa, regresó este sábado con menos incidencias que en anteriores ocasiones. Los paros parciales convocados por el comité de empresa dispararon los tiempos de espera en las paradas, pero en esta ocasión hubo menos viajeros afectados. El horario –alejado de las horas punta– y el hecho de que fuera fin de semana minimizaron algo las afecciones.

El comité de empresa, que reclama fundamentalmente unos mejores horarios y una mejor organización del trabajo, ha convocado la huelga para este fin de semana y los dos siguientes, en todos los casos en horario de 13.00 a 16.00. En anteriores movilizaciones, los paros parciales afectaban a los usuarios los días laborables y en hora punta. La diferencia en el número de usuarios entre uno y otro momento es muy importante.

No obstante, los viajeros que tuvieron que coger este sábado el autobús a mediodía notaron una huelga que tuvo un seguimiento casi total por parte de los trabajadores. Según los datos facilitados por Avanza Zaragoza, secundaron la movilización el 83,5% de los conductores y el 80% de los trabajadores de talleres.

El Ayuntamiento fijó unos servicios mínimos del 50% para los sábados, por lo que entre las 13.00 y las 16.00 circularon por la ciudad prácticamente la mitad de los autobuses que suelen hacerlo un sábado normal. Esto hizo que las frecuencias de las líneas aumentaran notablemente durante esas horas y que los viajeros tuvieran que armarse de paciencia, especialmente en los recorridos que tienen un tiempo de paso más elevado.

Es el caso de las líneas que van a los barrios rurales. Por ejemplo, para coger un autobús de la línea 25 a La Cartuja a las 14.00 en el paseo de la Constitución había que esperar media hora. Cuando las líneas que tienen pocos vehículos a su servicio pierden alguna unidad por la huelga, las frecuencias se amplían más que cuando ocurre lo mismo en las que están mejor surtidas de vehículos.

En este mismo punto de la ciudad, Elena Adiego y Fernando Palacín esperaban al autobús con su pequeña Luna, de 3 años. "Normalmente pasa cada cinco minutos y hoy va a llegar dentro de diez", señalaban. No sabían los motivos de la huelga, de la que se habían enterado gracias a "un wasap" que recibió Elena de su padre. "Supongo que sus motivos tendrán para convocarla –señalaba en referencia a los trabajadores–, no es la primera que hacen...". Alicia Pons tuvo que esperar otros diez minutos para coger su autobús. "No es lo habitual", afirmaba. Decía conocer la huelga y respetarla porque "es un derecho que tienen".

La entrada al fútbol

El momento de mayor incidencia fue el de la hora de entrada al fútbol. El partido del Real Zaragoza en La Romareda comenzaba a las 16.00, justo cuando terminaba el horario de huelga y se empezaba a recuperar la normalidad en el servicio. Por lo tanto, los aficionados que acuden habitualmente al estadio municipal en autobús urbano tuvieron que esperar un poco más de lo que es habitual otros sábados.

Este domingo vuelven los paros parciales, también entre las 13.00 y las 16.00. Los domingos, los servicios mínimos que ha decretado el Ayuntamiento son del 36%, por lo que habrá menos autobuses recorriendo la ciudad que este sábado, cuando eran del 50%. En estas jornadas dominicales la demanda de los usuarios también es menor, dado que los comercios están cerrados y la actividad en las calles baja aún más.

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