Los Bomberos de Zaragoza han sofocado la madrugada de este sábado un incendio en el Centro Canino Aragonés, ubicado en el camino del Soto de La Almozara, en el que han ardido cuatro coches y una cortadora de césped. Afortunadamente, sola ha habido que lamentar daños materiales, aunque según explica Susana del Río Sanz, dueña de estas instalaciones, podría haber sido una catástrofe”.

Por el momento, se desconocen las causas que han provocado el fuego mientras la Policía Nacional continúa con la investigación. Del Río, propietaria y gerente del centro canino, todavía sigue asustada por lo ocurrido la pasada noche: “Sobre las 4.00, mi marido y yo estábamos durmiendo en la casa prefabricada de madera que instalamos en el recinto de la residencia. Hemos oído un ruido, yo pensaba que era alguna puerta porque hacía aire, y al despertarnos y salir de la casa hemos visto unas llamaradas de más de cinco metros junto a nosotros. Nos hemos asustado muchísimo”

Tras llamar a los bomberos y a la Policía, que han acudido al centro canino tras el aviso, Del Río relata que durante el incendio “el fuego ha comenzado a extenderse hacia las perreras que están al lado de nuestra casa, donde tenemos nuestros perritos pequeños (pomeranias) que son campeones y que queremos con locura. He tenido que entrar dentro, estaba todo lleno de humo y había dos que estaban ya con insuficiencia respiratoria”.

Arden cuatro coches en un centro canino

Según la propietaria del Centro Canino Aragonés, “la Policía Local y los bomberos nos han comentado que a primera vista da la impresión de que ha sido un incendio provocado. El lunes vendrán especialistas de la Policía científica desde Madrid para seguir con la investigación”.

El centro funciona como residencia canina privada, aunque desde finales de 2015 también trabaja para el Ayuntamiento de Zaragoza. “Aquí tenemos 25 perros potencialmente peligrosos provenientes de Protección Animal. Y también realizamos un servicio de recogida de animales perdidos o abandonados a través del Ayuntamiento de Zaragoza con la Policía Local”, explica Del Río.

Tras poner la pertinente denuncia a través de la Policía Nacional, la gerente del centro siniestrado apunta que esta acción ha sido “intencionada” y que podría tratarse de una “venganza”. “No tengo enemigos. Soy una persona normal. Pero como trabajamos para Protección Animal y últimamente ha habido dos o tres sacrificios de perros muy agresivos, entre ellos, el que ha sido el principal problema, una perrita que mordió a una niña de 13 años en la puerta de un comercio en barrio Oliver, nos han llovido las críticas a través de las redes sociales. Al final creo que he pagado el pato”, opina.

Confiesa que tanto ella como su marido están “asustados”. Tras el siniestro, las instalaciones han quedado sin luz, sin agua y ya no disponen de vehículos para realizar su trabajo. “Los coches son ahora chatarra. Uno de ellos estaba valorado en 80.000 euros, -lamenta-. No es justo. Tenemos un negocio e intentamos ganarnos la vida honradamente, trabajando todos los días”.

“Han atentado contra nuestra vida y contra la de los animales. Si el viento hubiera soplado en otra dirección podíamos haber fallecido. Y si en lugar de dormir aquí estuviéramos en nuestro piso de Casetas habrían muerto todos los perros. Nadie puede tomarse la justicia por su mano y estos actos son abominables”, denuncia.

Entre el susto y el disgusto por lo ocurrido, Del Río también agradece los gestos de amistades que en la mañana de este sábado se han puesto a su disposición “tres furgonetas para que pudiera trabajar. Llevo un día de amigos y de abrazos que me dan muchísimo ánimo. Afortunadamente, no hay que lamentar ninguna vida y hay que seguir adelante. Es lo que toca”.