La huelga del tranvía se adentra ya en la Semana Santa a la espera de que las partes negocien

Mañana se han vuelto a citar en la sede de Inspección de Trabajo por un conflicto que alcanza ya las dos semanas.

Interior de un tranvía durante el periodo vespertino de huelga de ayer.
Interior de un tranvía durante el periodo vespertino de huelga de ayer.
Guillermo Mestre

Si ya era tedioso esperar hasta 30 minutos al paso de un convoy y, luego, viajar como piojo en costura, los sufridos usuarios del tranvía temen que el servicio aún empeore más a partir de mañana con motivo de las procesiones de Semana Santa. La huelga de conductores alcanza ya las dos semanas (el diálogo se rompió el 12 de marzo), si bien los paros están convocados únicamente en martes, jueves y sábados y en horarios muy puntuales (de 8.00 a 10.00 y de 19.00 a 21.00).

Este sábado se volvieron a repetir las estampas de paradas llenas y de viajeros enfadados, sobre todo, en Valdespartera y en Parque Goya, que son los barrios más dependientes del servicio tranviario. Las entidades vecinales han comenzado a pedir que se amplíen los servicios mínimos –decretados por el Ayuntamiento en un 50%–, si bien el alcalde Santisteve reitera que los considera "equilibrados y suficientes".

La única esperanza para que la huelga no se extienda en plena Semana Santa –en principio está programada hasta el 7 de abril– es que los conductores y la empresa alcancen este lunes, a partir de las 9.30, un acuerdo que permita levantar los paros. Los representantes sindicales y de Tranvías Urbanos han vuelto a citarse en las oficinas de la Inspección de Trabajo, donde ya se reunieron sin éxito la semana pasada, tras dar por agotada la negociación en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).

¿Hay motivos para ser optimistas? El escollo principal sigue siendo las garantías que exige la parte sindical de que se cumplan los compromisos adquiridos por la empresa con los que se evitó la huelga en las pasadas fiestas del Pilar. Se debate sobre mejoras relativas al control con un ‘software’ de las horas de circulación, la reparación de averías y los descansos de los chóferes.

Mientras tanto, los zaragozanos sufren la huelga y el servicio empeora los días en los que las procesiones de Semana Santa impiden que se completen los recorridos. Este sábado, con motivo del pregón, por la tarde se circuló en bucle entre Parque Goya y Murallas y entre la plaza de España y Valdespartera. Esta mañana, con la procesión de las Palmas, también habrá cortes puntuales cuando los cofrades se asomen por el Coso y la plaza de España.

Si bien la repercusión de los paros es menor en sábado que entre semana –cuando cientos de personas usan los convoyes para ir a sus centros de trabajo–, se calcula que cada jornada de paros resta un 30% de viajeros.

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