Una vecina de San José de 75 años a la que tuvieron que atender en urgencias del Hospital Clínico tras sufrir una caída por una baldosa rota acaba de llevarse ahora la reprimenda de una jueza, que no solo le deniega la indemnización que reclamaba al Ayuntamiento de Zaragoza sino que también la responsabiliza de lo ocurrido. De hecho, la magistrada entiende que la acera no estaba en mal estado ni era peligrosa y que la caída podía haberse evitado si la mujer hubiera caminado con la "diligencia media" que se exige a los viandantes a la hora circular por las vías públicas.

La titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Zaragoza va más allá y recuerda a la señora que el percance se produjo 11.15, "a plena luz del día". Según esta, a la vista de la fotografías aportadas, el hueco de la baldosa era "perfectamente advertible" y la acera tenía anchura suficiente para poder esquivarlo. Por todo ello, la magistrada concluye que la falta de la baldosa "no puede entenderse en sí misma como causa clara y suficiente que pudiera provocar, sin más y por sí misma, la caída de la recurrente".

Los hechos que dieron lugar a esta reclamación se produjeron el 22 de septiembre de 2016 cuando María Luisa S. R. paseaba por la calle de Puente Virrey camino de su casa. A la altura del número 6, la señora metió el pie en el hueco de la baldosa –de 40 por 40 centímetros– y terminó en el suelo. Testigo de estos hechos fue una viandante que al ver a la mujer malherida se acercó a socorrerla e incluso tuvo que ayudarla a ponerse en pie.

Según el parte médico, como consecuencia del traspiés, la vecina de San José fue diagnosticada de una contusión en la rodilla izquierda y un esguince en el tobillo derecho, por lo que le suministraron unos bastones para andar y analgesia para el dolor. Este perduró durante varios meses, lo que obligó a la paciente a someterse a un tratamiento rehabilitador en una clínica de fisioterapia.

La Policía sí apreció peligro

A diferencia de la jueza, los agentes de la Policía Local de Zaragoza que se acercaron al lugar del accidente sí apreciaron "peligro de caída para los peatones". De hecho, así lo hicieron constar en el apartado de observaciones de su informe, donde hablan de la ausencia de una baldosa y de otra levantada.

Antes de acudir a la vía contencioso administrativa, la víctima de la caída había presentado una reclamación patrimonial ante el Consistorio. Sin embargo, transcurridos seis meses sin obtener respuesta alguna, la mujer entendió que su solicitud había sido denegada por silencio administrativo y decidió acudir a los tribunales. Ahora, no solo no le han dado la razón sino que le han dicho que camine con más cuidado: porque puede haber trampas.